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Fiestas del mundo - Las fiestas de mayo

03MAYO2018

En Badalona y en Lleida, en el barrio del Poblenou de Barcelona, pero también a muchas comunidades españolas e incluso en el Reino Unido, en Francia, en Sudamérica... ¿Por qué en medio planeta se celebran fiestas a principios del mes de mayo? Un vistazo a las civilizaciones antiguas nos ofrecerá algunas pistas..

Si estos días pasáis por la ciudad de Badalona, os encontraréis a sus habitantes celebrando una de las fiestas más populares de su calendario. Son las Festes de Maig, que dedican al copatrón de la ciudad, san Atanasio, y que tienen el momento más especial alrededor del 11 de mayo, día del santo. Fue un soldado romano del siglo III que fue ejecutado, dice la tradición, en la playa de Badalona por cristiano. En la misma playa, y siguiendo una antigua tradición marinera de la que ya hablaba el Barón de Maldà, se quema cada año la figura de un demonio de cartón: originalmente se hacía con el fin de asustar los malos espíritus y, hoy, simplemente con ánimo festivo. Los mismos días, en Lleida, donde nació san Atanasio, patrón de la ciudad, se celebra la Fiesta Mayor, que incluye todo tipo de actos y procesiones pero, también, una batalla de flores. En Barcelona, el barrio del Poblenou celebra las Festes de Maig, herederas de una Feria de las Flores que organizaba el Ateneu Popular Flor de Maig del barrio. Consistía en una feria de flores que se montaba en la rambla del barrio a final de la década de los 70. La feria se sigue organizando, pero hoy no tanto con flores como con espacios dedicados a las entidades del barrio y a la venta de productos artesanales y ecológicos. Las Festes de Maig del Poblenou (este año los días 18, 19 y 20 de mayo) son una buena ocasión para conocer al Esterrufat, el dragón del barrio que no pierde ocasión de salir estos días a dar una vuelta y bailar su propia música, L’Estarrufada.

Os hablamos, únicamente, de algunas de las fiestas más cercanas en Barcelona que tienen lugar en mayo y que habitualmente tienen siempre alguna conexión, aunque sea originariamente, con las flores y el mundo vegetal. ¿Habéis estado alguna vez en la Fiesta del Árbol de Mayo que se celebra en Igualada, por ejemplo? Hace unos años recuperaron una tradición que llevaba un siglo perdida y que se repite, con variaciones, en muchos otros municipios catalanes: van al bosque, cortan un árbol muy alto, plantan el tronco en la plaza y, después de una comida popular, quién lo desea trepa por el árbol para intentar conseguir los regalos que se han colgado de él. Lo mismo ocurre en muchas fiestas similares que, este mes de mayo, encontraremos repartidas por las comunidades españolas, pero también en Portugal y en muchos puntos de Europa. En el resto del estado, la fiesta se conoce como “Los Mayos” o la “Fiesta de los Mayos”, y siempre incluye la plantada de un tronco o un palo alto que es el llamado “árbol de mayo”, alrededor del cual se danza, se cantan canciones y se compite en concursos de trepar como los de Igualada... En muchos lugares se planta un palo y se lo decora con cintas, hay quién dice que como una referencia fálica que alude a la fertilidad primaveral...

Echad un vistazo al resto del mundo y encontraréis tradiciones, vivas o no, relacionadas con el mes de mayo donde todo se basa en los ornamentos florales: los antiguos maypoles o la práctica del garlanding en Gran Bretaña, la tradición de las reinas de mayo en Francia... Incluso en el patio del Museo del Louvre se plantaba, en tiempos, un árbol de mayo, de ahí que el espacio fuera conocido como el “Patio de Mayo”.

¿Cuál es el origen de todas estas fiestas? Preguntadles a los celtas, fenicios, griegos y romanos... Estos pueblos ya celebraban la llegada de la primavera. Los celtas, por ejemplo, organizaban en Galicia, Irlanda o Escocia el Beltane, un día en que se encendían hogueras rituales, y los romanos rendían homenaje a primeros de mayo a Maia o Fauna, su diosa de la fertilidad. Las celebraciones se mantuvieron vivas con la llegada del Cristianismo aunque, a menudo, acabaron adoptando simbología cristiana. Por eso el tótem vegetal que se plantaba originalmente en muchos lugares se transformó en las Cruces de Mayo, una tradición extendida incluso por muchos países de Sudamérica en la cual se decora o se cubre con flores una cruz. La fiesta, alrededor del 3 de mayo, conmemora la fecha en que se supone que santa Elena descubriera, hacia el siglo III, la que se considero la auténtica cruz en la que fue crucificado Jesús.

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Museu Etnològic i de Cultures del Món

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