Inicio / Listado noticias / Fiestas del mundo - Les Falles: de la madera a la sátira

Fiestas del mundo - Les Falles: de la madera a la sátira

22MAR2018

¿Qué relación debe tener san José con las Fallas? Lo descubriréis repasando la historia de una celebración popular que recoge tradiciones precristianas, nació de la mano del gremio de carpinteros y se ha hecho famosa por su contenido crítico y satírico. Tapaos los oídos que aquí no  faltará la pólvora.

Incluso quienes no han tenido la suerte de vivir las Fallas en directo en la ciudad de València o en alguno de los muchos municipios de la zona que celebran la misma tradición, conoce con un mínimo detalle esta fiesta. Arranca con las populares mascletaes, una auténtica sinfonía de explosiones de petardos y cohetes que, del día 1 al 19 de marzo, cada día a mediodía, se disparan desde la plaza del ayuntamiento de València  Es el preludio a una gran fiesta que tiene como protagonistas las fallas, grandes figuras que aluden a personajes y hechos de la actualidad del año anterior. Las fallas se plantan en las calles de la ciudad el día 15 de marzo y el día 19 por la noche, a excepción del ninot indultado, acaban consumidos por el fuego en la Nit de la Cremà, tras haber sido exhibidos ante los valencianos y los ríos de visitantes que aquellos días pasan por la ciudad y se suman en una fiesta que transforma las calles de manera temporal.

El término “falles”, de hecho, se utilizaba en la lengua local de la época medieval como sinónimo de antorcha y se empleaba originalmente en referencia a las hogueras que, en una herencia de las tradiciones precristianas, acostumbraban a encenderse al inicio de la primavera. Es un ritual que marca, en culturas agrarias, la renovación y un nuevo inicio del ciclo natural y, por extensión, humano. De ahí que fuera una fecha ideal para deshacerse de los trastos viejos y quemarlos en la hoguera. La costumbre era especialmente popular entre el gremio de carpinteros del cual, precisamente, es patrón uno de los artesanos de la madera más conocidos de la historia: san José.

Por eso las primeras fallas conocidas eran de maderas y muebles viejos y se encendían coincidiendo con la fiesta del patrón de los carpinteros. Pero era sólo cuestión de tiempo que algunas de esas pilas de trastos acabaran adoptando una forma concreta... y dieran origen a las primeras fallas tal como las  conocemos hoy. Hacia mediados de siglo XVIII, había seis o siete que reproducían imágenes. Y hacia el final de siglo las hogueras ya eran tantas y de medidas tan respetables que quedaron prohibidas si no se instalaban en las plazas y cruces de la ciudad, donde el riesgo de incendio no era tan elevado. Fue en el siglo XIX cuando los llamados Cadafals falleros, grandes montajes con figuras diversas formando escenas, se popularizaron definitivamente. Y ya adoptaban el tono crítico y sarcástico que las ha caracterizado hasta hoy. Por eso mismo, en un principio, las figuras y temáticas de las fallas pasaban una censura que tenía carácter político, religioso y militar simultáneamente... Fue todo un éxito que con filtros tan estrictos la fiesta lograra, no sólo sobrevivir, sinó también mantener su identidad. Pero lo consiguió y, según las circunstancias políticas del momento, logró altísimas cotas de libertad en ciertos momentos de su historia. En los primeros años del siglo XX, aparece uno de los primeros y más reconocidos maestros falleros de la historia, Regino Mas. Eran las primeras décadas del siglo XX, el momento en que las últimas fallas de trastos viejos desaparecen de la escena y dejan todo el espacio a las fallas que conocemos hoy.

A pesar de celebrarse por san José, las Fallas de València tienen un carácter totalmente popular (las organizan las asociaciones falleras, de carácter privado) y muy poco religioso. De hecho, en los años anteriores a la guerra civil, tenían a menudo un carácter especialmente anticlerical. El periodo posterior a la guerra no sólo limitó notablemente el carácter crítico de las imágenes, sino que, además, se incorporaron a la fiesta elementos religiosos que se han mantenido hasta hoy y que siguen siendo momentos especialmente populares. Os hablamos de las celebraciones en honor a la Virgen de los Desamparados, la cual se coloca en la parte superior de una estructura sobre la que se depositan, a la manera de una larga cola o falda, numerosos ramos de claveles que depositan los asociaciones falleras y que alcanzan a los quince metros. La virgen es la patrona de los inocentes, locos y desamparados y su imagen fue creada para colocarla, tumbada, sobre los ataúdes de los enfermos mentales y vecinos que, en vida, hubieran sufrido algún tipo de discapacidad mental. Como estaba pensada para estar en posición horizontal, cuando se la pone de pie la cabeza de la Virgen se inclina ligeramente hacia adelante, creando la impresión que la imagen tiene una pequeña joroba (o "gep"), por eso los valencianos la conocen con el nombre de la Geperudeta. Su fiesta se celebra en mayo pero, durante las fiestas de san José o las Fallas, tiene, también, su momento de protagonismo.

 

 

 

Icon

Museu Etnològic i de Cultures del Món

¡Compártela! Facebook Twitter Whatsapp