La tercera jornada de CULTUROPOLIS acogió la presentación de la Encuesta de Derechos Culturales 2022, que sitúa a la ciudad como una de las pocas del mundo con un sondeo de este tipo

19/11/2022 - 11:58 h

La tercera jornada de CULTUROPOLIS abrió, como ya es costumbre, con Alba Rihe y Gloria Ribera  dando la bienvenida entre bromas y nos deleitaron con dos coplas especialmente dedicadas al público internacional. Y tal y como aparecieron, de forma corta, pero efectiva, desaparecieron y dieron paso a la sesión que abrió la jornada: la presentación de la Encuesta de derechos culturales de Barcelona 2022. Con esta iniciativa, Barcelona se sitúa como una de las pocas ciudades en el mundo que cuenta con una encuesta sobre participación cultural y que incorpora prácticas diversas (más allá de la asistencia a eventos) y evidencias sobre las desigualdades en el derecho a participar en la vida cultural de la ciudad.

La presentación corrió a cargo de Montserrat Tort, jefa del Gabinete Técnico del Instituto de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona (ICUB), Nicolás Barbieri, profesor agregado de la Universidad Abierta de Cataluña e investigador en el ámbito de los derechos culturales, y Assumpta Manils, analista de datos del Gabinete Técnico del ICUB. «La encuesta intenta medir la participación cultural de la gente en la ciudad y el papel de las personas en la cultura», explicó Barbieri. El profesor señaló este hecho como crucial para comprender los elementos culturales más relevantes en la vida del barrio, cómo se vive la cultura y nuevas formas de entenderla. “Es muy relevante entender que la cultura se hace en lugares clásicos como teatros o centros cívicos, pero viendo los resultados de la encuesta y observando las miradas de la población, crece la forma en que la gente considera que mercados o centros educativos son espacios claves para la cultura”, destacó.

La encuesta también analiza la vertiente económica vinculada a la participación. Se asocia a las personas con una renta baja a una menor participación en la vida cultural de la ciudad, pero según la encuesta “se observa un crecimiento de asistencia a actividades culturales en los barrios de renta baja con relación a hace tres años”, señaló Barbieri. «Rompamos el estigma: en los barrios de renta baja no hay una falta de valoración de la cultura», manifestó. Otro dato muy relevante de este sondeo se remonta a 2019, cuando un 36,6% de las personas encuestadas había expresado querer dedicar más tiempo a las prácticas culturales. En los resultados presentados ayer, se observa un incremento hasta el 56%, una cifra significativamente mayor que evidencia la necesidad de cultura por parte de la ciudadanía de Barcelona.

Otro plato fuerte de este CULTUROPOLIS ha sido la puesta en común de proyectos reales, llevados a cabo en distintos municipios y regiones del mundo, que ensanchan el ejercicio de los derechos culturales entre la ciudadanía. Tanto en la jornada del jueves como la de ayer, El Molino se encontró inmerso en una serie de presentaciones rápidas y al mismo tiempo detalladas de estos casos de éxito, dinamizadas por Alba Rihe y Gloria Ribera, que amenizaban el tiempo entre presentación y presentación con sus performances. Lo que había sido un espacio tradicionalmente ligado al ocio y al espectáculo, El Molino, se ha convertido estos días en un laboratorio lleno de innovación y diversidad cultural.

Uno de los proyectos que se presentó, por ejemplo, fue Trobades: les dones en les arts escèniques, nacido en 2020 ante la necesidad de crear espacios de encuentro y visibilización de este colectivo en el Vallès Oriental. El proyecto ofrece un espacio para proporcionar herramientas y recursos para que las mujeres puedan ganar presencia en el mundo de las artes escénicas. Otro proyecto, MAR, crea una plataforma de mediación para promover acciones de cambio relevantes en las instituciones culturales contemporáneas y otras iniciativas enfocadas a la formación y diseminación de su trabajo. Manifesto for the mobility of artists and culture professionals in the mediterranean and beyond sienta las bases para nuevas discusiones y debates públicos para abordar los retos de la movilidad dentro del sector cultural y promover el intercambio y el aprendizaje en la región mediterránea. Y Play it loud! Tien ela misión de empoderar a mujeres y colectivos juveniles poco representados a través de la música.

Todos los proyectos presentados durante las jornadas se pudieron reunir en la Feria CULTUROPOLIS, esta vez en la sala Paral·lel 62, donde se habilitaron stands y pósters para explicar de tú a tú los trabajos realizados, intercambiar experiencias, opiniones, recoger nuevas ideas e impulsar iniciativas pioneras. La música, el teatro, la investigación, el arte y la educación se mezclaban en este espacio que, durante hora y media, se llenó de conversaciones y cultura. En la sala se podían encontrar iniciativas para llevar el teatro a la calle, para hacerlo inclusivo, formas innovadoras de cuidar el patrimonio histórico y hacerlo más atractivo, nuevas propuestas artísticas, nuevos formatos para llegar a más públicos… El etcétera es largo.

La mesa de clausura contó con las intervenciones de Paola Leoncini Bartoli, directora de Políticas Culturales y Desarrollo de la UNESCO, Jordi Pascual, coordinador del Comité de Cultura de la red de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos, y Jordi Martí, sexto Teniente de Alcaldía y responsable del Área de Cultura, Educación, Ciencia y Comunidad del Ayuntamiento. En la sesión reflexionaron sobre el efecto de CULTUROPOLIS en las políticas culturales de Barcelona. Por su parte, Leoncini reconoció el éxito y la necesidad de estas primeras jornadas, puesto que «permiten mostrar resultados concretos en el avance del ejercicio efectivo de los derechos culturales». Por ese motivo, expresó su deseo de continuidad en muchas más ediciones futuras. Asimismo, Leoncini valoró el estado de la cuestión de los derechos culturales y, desde su visión global, cree que hoy en día hay muchos más actores sobre la mesa que los que había hace solo siete u ocho años, a lo que se añade un cambio considerable y positivo en los patrones de inclusión social. ”Creo realmente que éste es un verdadero impulso para la cultura y los derechos culturales”, manifestó.

La jornada reunió muchas más actividades, como los espacios para compartir proyectos comunitarios Ventanas abiertas, varias mesas redondas o la presentación de la séptima Medida de Gobierno Cultura y derechos digitales, del Plan de Derechos Culturales de Barcelona. La guinda la pusieron los espectáculos Cyberexorcismo y Lívid, la vida loca, que anticiparon el ambiente de celebración que se vivirá hoy en la Fiesta en la Calle por los Derechos Culturales, la traca final de CULTUROPOLIS.