Sabías que el inventor del submarino murió en La Sagrera?
Narcís Monturiol va viur los últimos años de su vida en una calle que, a finales del S. XIX, formaba parte de la calle de Provenzales y que, hoy, recibe el nombre de Berenguer de Palou.
A pesar de ser uno de los inventores más importantes de la historia de Cataluña, que dejó una herencia incuestionable, Monturiol murió totalmente arruinado pero no olvidado. El día de su entierro, el gobernador civil de Barcelona prohibió cualquier concentración en su homenaje. Y es que Monturiol, además de inventor, era republicano y socialista utópico. Muy influido por el filòsol francés Ettiene Cabet, también de esta línea de pensamiento, murió en el barrio donde se fundó una de las comunidades icarianes que se formaron en Cataluña por influencia de este autor.
El invento más importante de Monturiol es, sin duda, el Ictineo, el primer submarino de la historia. Este vehículo estaba pensado para pescar coral. No era el primer intento que había en el mundo de navegar de forma submarina pero sí que fue el primero que consiguió su objetivo. Además, el resto de experimentos se habían hecho con objetivos militares y este tenía un propósito totalmente civil. El Ictíneo navegó por primera vez en público el 1859 delante, entre otros, de Isabel II, que no mostró mucho interés en el proyecto. Aún así, mediante la suscripción popular se consiguieron 300000 pesetas para diseñar un segundo prototipo más completo, el Ictíneo II. El diseño de estos dos submarinos influyeron sobre todos los que se construyeron después pero los problemas financieros por los que pasó Monturiol hacia1868 lo forzaron a venderlos como chatarra.
Además de inventar artefactos, Monturiol también fundó la primera publicación comunista del estado, La Fraternidad, el cierre de la cual el 1848 y lo trajo al exilio. Años después fue diputado durante la I República (1873) y dirigió la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, donde también aportó un invento para acelerar la producción de sellos.
Monturiol sólo patentó un invento, una máquina para hacer cigarrillos, pero dejó otros muy diversos por la posteridad: unos piensos para conejos hechos a partir de madera de sauce, un procedimiento de fabricación de jabón en frío, unas suelas de zapato sintéticas, un pegamento líquido para madera, unas camisas para cilindros de motor, un betún para zapatos, un aparato destinado a la obtención de copias de un original escrito o dibujado, un receptor giratorio de vapor, un sistema de conservación de carnes… También proyectó un tranvía funicular para Tarragona y un proyecto para traer en Barcelona las aguas del Ter.
El inventor del submarino murió al actual barrio de La Sagrera el 6 de septiembre de 1885 pero está enterrado bastante lejos, en el cementerio de Figueres, la población donde nació.
