Te presentamos el ficus más famoso del Congrés i els Indians
Se plantó hace cinco décadas y es uno de los elementos más identificativos de la calle de Felipe II.
El arbusto se encuentra en una jardinera en la entrada de un edificio y el vecindario lo ha cuidado tanto que se ha hecho lo bastante grande como para llegar a las ventanas del primer piso, ya que sobrepasa los cinco metros de altura. De hecho, si no tuviera un mantenimiento y una poda regulares, las ramas más altas ya estarían a la altura de la segunda planta.
En la finca se preocupan a fin de que esta planta emblemática se conserve en buen estado. El responsable de este mantenimiento poda el arbusto dos veces al año y lo riega a menudo para que las ramas y las hojas no se sequen y caigan. Cuando se cortan las ramas sobreras, son muchos los vecinos y vecinas que recogen los esquejes sobrantes de la poda con el fin de replantarlos, motivo por el cual el barrio es pleno de descendientes de este ficus.
Hace unos años, se acuñó con cadenas para evitar que el peso pueda perjudicar la estructura del edificio. Todo sea para mantener una planta que se enorgullece en el vecindario, que es sin duda la más amada en el Congrés y los Indianos y que también se utiliza a menudo como punto de referencia para dar indicaciones o para quedar en esta zona.