El 9 de marzo de 1963 abrió sus puertas el Museo Picasso de Barcelona, con el nombre de Colección Sabartés. Se cumplen, por lo tanto, 60 años. Se ubicó en el Palacio Aguilar, en el número 15 de la calle Montcada, y se creó por deseo del propio Picasso, con fuertes vínculos con la ciudad desde muy joven, pero también de Jaume Sabartés i Gual, amigo personal y secretario del artista desde 1935. De hecho, en su primera época, la mayoría de obras eran aportadas por el propio Sabartés, junto con algunas litografías y carteles, algunas piezas procedentes del Museo de Arte de Cataluña y un colección de dibujos propiedad de Lluís Garriga i Roig. También tuvo un papel destacado en la apertura del equipamiento Jacqueline Picasso, esposa del pintor. Y no fue una empresa fácil, tirar adelante el proyecto: el Ayuntamiento de Barcelona —en aquellos años el alcalde era Josep Maria de Porcioles— tuvo que actuar con mucha discreción, ya que, como es sabido, Picasso y el régimen franquista estaban en las antípodas políticas.

La década de los 50 fue clave para que el museo acabara siendo una realidad. Por un lado, hubo un movimiento de acercamiento de la sociedad barcelonesa al artista, acercamiento que fue recíproco. Por otro, el Ayuntamiento empezó a ponerse manos a la obra para detener la degradación del barrio de la Ribera. Los galeristas Joan y Miquel Gaspar y sus respectivas esposas, Elvira Farreras y Ena Alba, conocieron a Picasso a través de Sabartés en una visita que le hicieron a Cannes en noviembre de 1955. A partir de ese momento iniciaron una intensa y buena amistad, tanto con Picasso como con Jacqueline. Fruto de esta relación, se organizaron diversas exposiciones de obras del malagueño en la Sala Gaspar de Barcelona. Según Joan Gaspar, «todo esto entusiasmó a Picasso, porque es cierto que le hacía más ilusión este éxito de Barcelona que el que pudiera conseguir en cualquier otra ciudad del mundo». El artista hizo diferentes donaciones de obras a la ciudad —ya las había hecho en su juventud—, y sus creaciones se volvían a hacer muy presentes en toda Barcelona.

El notario barcelonés Raimon Noguera, enterado de que Sabartés quería dar su colección de obras de Picasso a la ciudad para crear un museo dedicado al artista, y con el apoyo del director de los Museos de Arte de Barcelona, Joan Ainaud de Lasarte, encabezó un grupo de personas de distintas ideologías para presentar este proyecto de museo a las autoridades políticas. El alcalde Porcioles aceptó la propuesta y se comprometió a buscar votos favorables entre los compañeros del consistorio. El 27 de julio de 1960, el pleno municipal de Barcelona acordó crear el Museo Monográfico Pablo Ruiz Picasso y habilitar el palacio Berenguer de Aguilar para realizar la instalación. Se iniciaba así el proceso de formación del Museo Picasso.

Sesenta años después de su inauguración, el Museo Picasso de Barcelona dispone de la colección más completa del mundo de obras de juventud del artista, con 4.251 piezas, siendo cada año uno de los museos más visitados de Barcelona y Cataluña. Sin ir más lejos, el pasado mes de febrero visitaron el museo casi 70.000 personas, lo que significa un aumento de un 87% respecto al mes de febrero del año pasado. Se trata del mes de febrero con más visitas de toda la historia del Museo y de manera excepcional, el grupo de público nacional es el más numeroso, representando un 34% del total de público, seguido por el visitante americano, francés e italiano. El público barcelonés representa un 27% del público general, cifra que denota el interés de los ciudadanos y ciudadanas por este museo y su programación.

A lo largo de su historia se han ido haciendo ampliaciones, y en la actualidad dispone de 10.628 m2 distribuidos en cinco grandes casales o palacios de la calle de Montcada: Palacio Aguilar, Palacio del Barón de Castellet, Palacio Meca, Casa Mauri y Palacio Finestres. El Museo, pues, vive en 2023 una doble conmemoración: la de sus 60 años, y también la del medio siglo de la muerte del genio andaluz.

Con motivo de esta doble conmemoración, se programan diversas actividades, dentro y fuera del Museo Picasso, entre las que destacan las exposiciones Daniel-Henry Kahnweiler: marchante y editor, Miró-Picasso (en colaboración con la Fundació Joan Miró), Bernard Plossu. Los paisajes picassianos y Picasso en foto. Archivos del Museo Picasso de Barcelona de PhotoEspaña. Además también se publicará Picasso Barcelona. Una cartografía, una publicación que aporta una lectura global de la relación Picasso-Barcelona partiendo del territorio.

También tendrán lugar espectáculos para públicos diversos, actividades familiares y educativas, propuestas para la gente mayor, la colocación de tótems en la ciudad y la celebración de una comparsa para dinamizar los ejes comerciales, paralelamente a las acciones que Bibliotecas de Barcelona y de Catalunya incorporarán en sus programaciones. Otras instituciones que también hablarán Picasso en sus programaciones son la Filmoteca de Catalunya y el Colegio de Arquitectos de Catalunya.

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En la imagen, Sabartés y Picasso en el castillo de Grimaldi en 1946.