Bajo la Rambla que pisas cada día existe otra que habla sobre el pasado de nuestra ciudad. Una parte ha aparecido durante las últimas obras de urbanización de esta popular avenida. En este momento, se pueden ver al descubierto más de 20 metros de muralla del siglo XIII y las antiguas Casernes de Drassanes.

Hace unos meses empezaron los trabajos de mejora de la Rambla para convertirla en un espacio más confortable, verde, amable y con más vocación cultural, que ofrezca más espacio peatonal y presente una mejor ordenación de los usos. La reurbanización ha empezado por el tramo Colom-Santa Madrona, donde han aparecido los primeros restos arqueológicos.

La Rambla, que sigue el curso de una de las rieras que atraviesan la ciudad, funcionaba como frontera entre el primer recinto amurallado medieval y el Raval actual. Ahora se pueden ver hasta 20 metros de la primera muralla medieval del siglo XIII de la ciudad, ya que las excavaciones han permitido mostrar un tramo de la fortificación que se eleva hasta tres metros de altura. Esta muralla medieval que sustituía a la muralla de la época bajoimperial, se empezó a erigir en 1285 por orden del rey Pere II el Gran. A causa de una confrontación con Francia, hizo fortificar urgentemente la ciudad, cerrando todo el perímetro excepto la parte de mar. Pasada la emergencia, el Consell de Cent se hizo cargo de continuar los trabajos, dando comienzo así a una gran obra pública, la primera de la cual se hacía cargo.

La urbanización de la Rambla empezó el siglo XVIII, cuando todavía era un torrente. Hizo falta, por lo tanto, desviar la riera, en unos trabajos que fueron especialmente complejos.

También han quedado al descubierto los restos de las antiguas Casernes de Drassanes que se construyeron a finales del siglo XVIII, en el año 1792. En conjunto, se puede observar de manera clara el patio de armas de las casernas, ubicado frente al edificio de la Delegación de Defensa. Estas casernas se construyeron al mismo tiempo que el proyecto original de Las Ramblas a finales del siglo XVIII, junto con el semibaluarte de Drassanes, y fueron derribadas en el año 1935.

De la historia de la Rambla entre estos siglos nos hablan ahora los hallazgos arqueológicos aparecidos en el subsuelo de la avenida y que nos permiten imaginar el aspecto que tenía la ciudad entre los siglos XIII, cuando se construyó la primera muralla medieval, y la urbanización del paseo, cinco siglos más tarde. Por el camino, otras reformas de la muralla para extender el trazado de la murallao hasta la zona de las Drassanes o que muestran cambios constructivos propiciados por la aparición (la primera documentada en Barcelona, en 1359) de las primeras armas de fuego.

La próxima vez que pases por la Rambla, piensa que, bajo tus pies, duerme la ciudad del ayer.