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2ª Semana del Consumo Responsable

Cambiemos el consumo, salvemos el clima

Más de un centenar de actividades en Barcelona con motivo de la 2ª Semana del Consumo Responsable.

Un característica que distingue a la especie humana de los demás animales es nuestra increíble capacidad de transformar el entorno. El cambio climático es un ejemplo de ello. Desde la revolución industrial, cualquier acción relacionada con el consumo se traduce en la emisión de gases que acentúan el efecto invernadero de la atmósfera terrestre. Esto está sucediendo de manera cada vez más acelerada y en consecuencia la temperatura media del planeta aumenta a una velocidad sin precedentes en la historia geológica. Para ganar conciencia de nuestro impacto y adquirir hábitos cotidianos que permitan mitigarlo, del 13 de marzo al 5 de abril se han organizado en Barcelona múltiples actividades dentro de la 2ª Semana del Consumo Responsable.

A principios de año, Barcelona declaró la emergencia climática y puso en marcha un plan de medidas urgentes para frenar el cambio climático, adaptar la ciudad a los episodios meteorológicos futuros y contribuir a los retos globales en materia ambiental. Uno de los hitos de este plan es llegar al 2030 con la reducción de un 50% de las emisiones de gases de efecto invernadero respecto a los valores de 1992. Y el consumo responsable constituye una herramienta fundamental para avanzar hacia este reto.

En este contexto, la Semana programa más de cien actividades organizadas por entidades y equipamientos de todos los distritos de Barcelona que se enmarcan en el lema Consumo responsable y emergencia climática. Las propuestas transmiten las claves para adoptar hábitos de cualquier ámbito más respetuosos con el entorno: la alimentación, el textil, la tecnología, los suministros, el turismo, la salud, el ocio, la cultura... Son principios como la economía social y solidaria, la apuesta por los productos de proximidad, el comercio justo, la producción sostenible, el cuidado y bienestar de las personas o la prevención de residuos, entre otros. Tomar conciencia de estos principios y del impacto de nuestras preferencias de consumo repercute además en la demanda y, por tanto, en los procesos productivos. Y todo ello nos puede hacer avanzar hacia una sociedad más respetuosa con las personas y con el mundo en que vivimos.

Más información en este enlace.

Fecha de publicación: Martes, 10 marzo 2020
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