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Parque de las Rieres d’Horta

Un conector de biodiversidad

El Parque de las Rieres d’Horta actúa como puente verde entre la sierra de Collserola y la ciudad.

En el distrito de Horta-Guinardó, junto a la Sierra de Collserola, unos jardines se abren camino dentro del entramado urbano dando extensión al verde del parque natural. Es el Parque de las Rieres d'Horta, un espacio de nueva creación (inaugurado en 2013) con una estructura lineal y construido bajo criterios de sostenibilidad y autosuficiencia. El parque aloja una vegetación abundante, con muchas especies propias de nuestra flora, complementadas con indicaciones botánicas y taxonómicas.

Pasear por este parque permite tener una aproximación a algunas de las especies clave de la vegetación mediterránea. En el estrato arbóreo se pueden encontrar ejemplares de pino carrasco, encina, roble, almez, fresno, ciprés o serbal. El parque también incorpora árboles frutales como el almendro, el albaricoquero o el cerezo de Santa Lucía, así como otras especies exóticas y utilizadas en entornos urbanos como el plátano, el árbol del amor, el ginkgo o la elegante araucaria de Norfolk. En cuanto a los arbustos, matas y hierbas también se pueden encontrar especies comunes de los hábitats mediterráneos como el lentisco, la jara blanca, el boj, la olivilla, el cardo azul y muchas otras. Son especies presentes en espacios naturales como Collserola por lo que, el Parque de las Rieres d’Horta actúa dentro de la ciudad como corredor de la biodiversidad de nuestra región.

Además de la mirada botánica, el parque se puede visitar desde una perspectiva ambiental. Ha sido diseñado para aprovechar al máximo sus recursos hídricos y energéticos. El espacio se distribuye en varias terrazas a lo largo de una pendiente y en su punto más alto hay instalada una gran pérgola fotovoltaica de 642 metros cuadrados capaz de producir energía a la vez que da sombra a un conjunto de pistas de petanca. La energía producida alimenta el sistema de alumbrado del espacio, compuesto por tecnología LED, de bajo consumo. El parque aprovecha el agua freática para el riego, pero además, la apuesta por una cubierta vegetal propia del clima mediterráneo hace que las plantas estén perfectamente adaptadas a la estacionalidad de Barcelona, esto es, a sacar provecho de los episodios lluviosos de la primavera y el otoño, y a sobrevivir a las largas y frecuentes sequías estivales.

Más información en este enlace.

Fecha de publicación: Lunes, 31 Agosto 2020
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