Ideas a favor de un consumo consciente

Nuestros hábitos de consumo mueven el mundo. La economía se sustenta en las compras de bienes obtenidos a partir de los recursos que nos da la Tierra. La globalización de las últimas décadas ha hecho desaparecer las fronteras en los procesos industriales y de distribución de muchos productos, y las distancias han dejado de ser un problema. Esto, junto a una población humana creciente y a otras causas, acaba teniendo un gran impacto en la naturaleza y en la sociedad. El cambio climático, la contaminación de tierra, mar y aire o las desigualdades sociales son algunas muestras. Frenarlo pasa por adquirir hábitos de consumo responsables como los que se darán a conocer el martes 14 de julio en un taller en el Centro Cívico Can Deu.

Para ganar conciencia conviene tener presente el ciclo de vida de cualquier producto. La producción es un factor importante pero existen otros igualmente relevantes, como el transporte, la distribución, la comercialización y los residuos. De hecho, pese a denominarse “ciclo”, el proceso no suele ser cíclico sino lineal, finito, ya que los productos terminan en un vertedero cuando el consumidor decide que ya no tienen utilidad. El procedimiento de fabricar, usar y tirar es poco sostenible y para hablar de ciclo habría que evitar arrojar el producto a la basura alargando su vida útil, dándole un nuevo uso o reciclándolo y devolviéndolo a la fase de producción.

Contemplar este aspecto ayuda a adquirir unos hábitos de consumo responsables, pero antes de comprar nada, podemos tener en cuenta muchos más factores que permiten reducir nuestra huella ecológica. Por ejemplo, optar por productos de proximidad, obtenidos o producidos en el ámbito local, bajo criterios de sostenibilidad, con pocos intermediarios, con envoltorios respetuosos con el entorno o reutilizables... Son hábitos sencillos con un retorno muy favorable para el medio ambiente y la sociedad. Descubridlos en Can Deu.

Más información en este enlace.