Volver

CULTUROPOLIS

La cultura como forma de vida

La ceremonia inaugural de CULTUROPOLIS abrió el debate y la reflexión de cuatro días en torno a los derechos culturales.

La sala Paral·lel 62 –antigua sala Barts–, adquirida por el Ayuntamiento y convertida en la nueva Casa de Cultura de Barcelona, acogió ayer el acto inaugural de CULTUROPOLIS, las primeras Jornadas Internacionales por los Derechos Culturales que durante cuatro días traerán a la ciudad la reflexión sobre aspectos como el trabajo digno, el acceso, la diversidad, la participación o la igualdad en la cultura. Estos y otros muchos aspectos constituyen los derechos culturales, el objeto de este encuentro que nos invita a debatir, formularnos preguntas, discutir respuestas, buscar soluciones, compartir experiencias y puntos de vista hasta el próximo sábado.

La ceremonia inaugural contó con parlamentos de representantes políticos y de diversas instituciones. Fue introducida por la performer Alba Rihe y la actriz Gloria Ribera, también dinamizadoras de las presentaciones de proyectos de CULTUROPOLIS los días 17 y 18. En su prólogo teatralizado con clave de humor, plantearon el concepto de derechos culturales como algo abstracto, que invita a cavilar, pero que es inherente a toda persona. Ambas dieron paso a las ponencias de la velada.

El teniente de Alcaldía de Cultura, Educación, Ciencia y Comunidad del Ayuntamiento, Jordi Martí, abrió la jornada recordando a Eduard Miralles y Eduard Delgado por su concepción pionera de actuar en la cultura desde una forma comunitaria. Martí recordó que Barcelona, ​​junto a Madrid, es capital cultural y científica del Estado, pero también subrayó que esto una ciudad lo puede ser "cuando es capaz de garantizar los derechos culturales de toda la ciudadanía". Para que esto sea así, explicó, las políticas públicas deben garantizar la igualdad de oportunidades, abordar sesgos existentes en cuestiones de género, de origen y culturales, facilitar los espacios colectivos, enfrentar los retos que plantea la digitalización y favorecer unas condiciones de trabajo dignas dentro del sector cultural.

En este contexto, el Plan de Derechos Culturales de Barcelona realiza una planificación de las políticas públicas municipales en la materia para hacerlas aterrizar en nueve medidas de gobierno y más de cien acciones, tal y como explicó Daniel Granados, delegado de Derechos Culturales del Ayuntamiento de Barcelona e impulsor de este documento. Un conjunto de acciones que implican el grueso de la sociedad: "las políticas públicas no solo las hace la administración pública, sino todo el tejido cultural". Además, si hasta ahora se ha velado por garantizar el derecho a acceder a la cultura, el Plan añade la perspectiva de contemplar el derecho a la participación, es decir, el derecho al generación y reconocimiento de toda cultura, y lo hace desde dos vertientes: la participación de la ciudadanía y del sector cultural.

Para garantizar los derechos culturales, no podemos bajar la guardia. Así lo manifestó Tere Badia, secretaria general de Culture Action Europe, poniéndolo en el contexto de una pandemia que ha incrementado la precariedad del sector, en una época de desigualdades, con una guerra como la de Ucrania y una crisis ambiental global: "no podemos olvidar la fragilidad de aquellos derechos que pensábamos que estaban conquistados, pero que siempre están por defender". Según Badia, “hoy nos encontramos en una situación más injusta, desequilibrada y escasa que la que teníamos hace un par de años, y necesitamos debates valientes que nos ayuden a identificar y abordar los obstáculos para el cambio, por eso estas jornadas sobre los derechos culturales tienen especial relevancia”.

Para avanzar hacia este cambio, la red de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos, de cuyo Comité de Cultura es coordinador Jordi Pascual, tiene la misión de ligar ciudad, cultura, democracia y desarrollo. "Creemos que los derechos humanos son el marco que garantiza que todo el mundo se implique en la conversación para definir nuestro futuro, también en el ámbito cultural". Para Pascual, es imposible entender y transformar el mundo sin que la cultura sea un componente explícito y, de ahí, que acabara lanzando la pregunta al aire de cuándo podremos contar con un decimoctavo ODS dedicado a la cultura.

El acto central de la jornada lo puso un diálogo en el que se abordaron los derechos culturales desde las visiones global y local. Moderada por la periodista Tania Adam, la conversación fue protagonizada por la mirada a escala macro de la relatora especial de la ONU en el ámbito de derechos culturales, Alexandra Xanthaki, y la perspectiva de ciudad de la alcaldesa de Barcelona, ​​Ada Colau. Según Xanthaki, "hoy damos por hecho que la cultura es una forma de vida y no hay una cultura, sino muchas, y todas ellas interactúan". Para la relatora de la ONU, el principal reto es la implementación del derecho a participar, sobre todo entre los colectivos y comunidades marginales, lo que también implica el reconocimiento de todas las formas de cultura. En la conversación de la relatora con Colau se hizo hincapié en que esta participación emplaza a las personas a ser las protagonistas de la cultura en lugar de las instituciones, y que es precisamente la diversidad (social y cultural) la fortaleza para combatir las injusticias y defender la democracia.

El colofón de la jornada lo puso la fusión de música electrónica, proyecciones y canción tradicional catalana con perspectiva feminista de Joana Dark. El recital reflejó lo que se cantaba sobre la mujer antiguamente, así como lo que cantaban las mujeres en esa época. Una mirada al pasado para recuperar una cultura femenina silenciada y para abrir, con el ejemplo, las puertas de unas intensas jornadas de CULTUROPOLIS que nos llevarán a reflexionar –y también a ejercer y celebrar– nuestros derechos culturales.

stres drets culturals.

Fecha de publicación: Jueves, 17 Noviembre 2022
  • Comparte