'Quartett', una experiencia audiovisual total en el Liceu
Con dirección escénica de Àlex Ollé, la ópera de Luca Francesconi reflexiona sobre la decadencia de ciertas clases sociales.
Una pareja en una caja suspendida en el escenario, símbolo del aislamiento emocional de los personajes. Son el vizconde de Valmont -interpretado por Robin Adams- y la marquesa de Merteuil -papel que recae en Allison Cook-. Se encuentran atrapados en un juego de seducción y la única salida que tienen es la muerte. Un solo acto nos hace el planteamiento, el nudo, el clímax y el desenlace de esta ópera que lleva por título Quartett y que, después de estrenarse el 26 de abril de 2011 en el Teatro alla Scala de Milán, por fin llega a nuestro país. Estará en el Gran Teatre del Liceu del 22 de febrero al 3 de marzo.
Detrás del montaje, que se presenta como una experiencia audiovisual total, hay la dirección escénica de Àlex Ollé, de La Fura dels Baus, y, como todo lo que lleva el sello de esta compañía, es más fácil de ver -y sin duda más impactante- que de explicar. La producción cuenta con la dirección musical de Peter Rundel, la escenografía de Alfons Flores y el vestuario de Lluc Castells.
Quartett tiene libreto y música de Luca Francesconi, compositor, pedagogo y director de orquesta nacido en Milán en 1956, y es una revisión de Las amistades peligrosas de Heiner Müller. La acción se sitúa en los ambientes aristocráticos del París del siglo XVIII, y los dos personajes en el escenario cambian constantemente sus roles, hasta que llevan su juego al extremo. A grandes rasgos, el texto supone una reflexión sobre la decadencia de ciertas clases sociales, y, como se dice en el vídeo promocional, un cuestionamiento para todo aquel que ve el espectáculo sobre lo que hace y lo que es.
Más información en la web del Gran Teatre del Liceu.