La experiencia japonesa de Amaia Arrazola, en imágenes

Amaia Arrazola es una conocida ilustradora vasca que, tras encontrar un buen trabajo en Madrid, decidió que vivir encerrada entre las cuatro paredes de un despacho no era el que más lo interesaba, así que hizo las maletas y vino a Barcelona para probar suerte en el mundo de la ilustración y el grafiti.

Le fue de maravilla y ahora es uno de los nombres más respetados de su profesión. Hace pocas semanas, pasaba por CaixaForum para explicar, dentro del ciclo Viernes con..., los secretos de su éxito.

Una de las cosas que explicó en aquella charla fue que, de vez en cuando, se libera de compromisos y obligaciones y recupera el proyecto que la hizo conocida. Se titula Amaia Was Here y consiste al plasmar de manera espontánea y sin muchos complejos mediante dibujos o acuarelas, una experiencia concreta.

Ahora lo ha vuelto a hacer y nos muestra el resultado en una exposición en Miscelänea. ¿A dónde fue Amaia? Pues esta vez, a Japón y, más concretamente, a una pequeña ciudad, Matsudo, que era muy cerca de Tokyo y que hacía pensar a la artista en una especie de Badalona a la japonesa.

¿Qué comía? ¿Cómo vivía? ¿Cuáles eran las actividades diarias de la artista mientras estaba en Matsudo? Os lo explicará la propia creadora, de manera gráfica y visual, en la muestra que podéis ver ahora en Miscelänea.

Si queréis saber más sobre la nueva exposición de Amaia Arrazola, consultad la web de Miscelänea.