Parte fundamental de la historia musical y cultural de Catalunya

Comisionada por Alba Sala Rovira y Margarida Ullate i Estanyol, la exposición Que els cants ens alegrin: 75 anys de la Coral Sant Jordi nos propone un recorrido por los orígenes de la prestigiosa institución y se estructura en seis áreas.

En Gestación y nacimiento descubriremos los orígenes de esta institución, y el papel fundamental que jugó el padre Batlle, un sacerdote mentor de los hermanos Martorell. Ya adulto, Oriol Martorell se convierte en adjunto de Eduardo Toldrà en la Orquesta Municipal de Barcelona. Creada en 1947 a partir de un grupo de amigos aficionados al canto por el propio Oriol Martorell, celebró su primer concierto ese mismo año. Son años difíciles para la cultura catalana, pero la Coral consigue ser un instrumento para “hacer país” y goza de cierta libertad gracias a su asociación con el Cercle Artístic Sant Lluc, de carácter confesional.

En Rigor y ambición musical, la exposición nos muestra la importancia de su creación, con algunos de los más importantes conciertos. La participación en los eventos musicales del Jardí dels Tarongers, propiedad del mecenas Josep Bartomeu, las grandes obras representadas en el Palau de la Música Catalana con la colaboración de diversos coros y los conciertos celebrados en el extranjero.

Los directores nos habla de la figura de Oriol Martorell, indisociable a la de la Coral. Tras dejar la dirección, los siguientes han contribuido a su proyección pública. Actualmente, su director es Oriol Castanyer.

El legado sonoro y comercial se centra en la década prodigiosa (1969-1979) y presenta la discografía de la coral. En general, la organiza por temáticas: villancicos, canciones catalanas, música catalana de todos los tiempos (religiosa o laica), cánticos de montaña, el himno del Barça, música de repertorio coral o colaboraciones.

También hay dos secciones sobre el patrimonio de la Coral Sant Jordi, que es amplio y diverso, y finalmente, a modo de epílogo, la sección Los cantos nos alegran, y mucho. De hecho, el título de la exposición es parte del eslogan de la Coral: “que los cantos nos alegren y nos hagan mejores”

Su legado es su amplia actividad de conciertos, pero también el patrimonio documental que nos ha dejado –y nos dejará– a lo largo de todos estos años de actividad. La discoteca de Oriol Martorell y algunas grabaciones domésticas hechas por la Coral complementan la colección Martorell-Solanic de la Universitat de Barcelona.

Los organizadores también nos invitan a escuchar el podcast con motivo de este aniversario disponible desde este enlace.