El homenaje a Picasso en Vallauris, 50 años después

La población francesa de Vallauris tiene un espacio importante en la biografía de Pablo Ruiz Picasso. El pintor residió allí entre 1948 y 1955, y durante esta etapa se centró especialmente en la cerámica. En 1959 volvió para pintar en la capilla del castillo de Vallauris el mural titulado Guerra y paz. La capilla fue adquirida en 1972 por la ciudad, y actualmente es la sede del Musée National Pablo Picasso, La Guerre et la Paix. Por eso no es extraño que hace 50 años esta población fuera la elegida para rendir un homenaje al andaluz ante los ataques que algunas de sus obras estaban recibiendo por parte de grupos de ultraderecha españoles. Frente al ultraje al artista, y también debido a la frustración provocada por la actitud del régimen franquista que permitía estos ataques, el galerista Santiago Palet, director artístico de la galería Taller de Picasso, tuvo la idea de invitar a artistas visuales, músicos, escritores, gente del mundo del teatro y del cine a crear un tapete —pieza de algodón con encajes— dedicado al artista. A pesar de la dificultad de la iniciativa —se tuvo que llevar a cabo tomando muchas precauciones para regatear la censura—, colaboraron 270 personalidades, entre ellas Rafael Alberti, Joan Brossa, Alexander Calder, Pau Casals, Equipo Crónica, Sonia Delaunay, Juan Genovés, Hans Hartung, Wilfredo Lam, Antoni Miró, Pablo Neruda i Antoni Tàpies, y se hicieron 400 tapetes, que se expusieron en Vallauris en el 1ère Rencontre International Hommage à Picasso. Se pudieron visitar entre el 23 de septiembre y el 5 de noviembre de 1972, y la exposición supuso una acción de contestación al régimen por parte del mundo artístico.

Ahora, aquellas piezas están en manos de la Fundació Vila Casas, que las ha adquirido recientemente, y entre el 19 de mayo y el 2 de octubre las mostrará en el Espais Volart, en la muestra titulada Homenaje a Picasso. Vallauris, 1972. Más información en este enlace.