Subidos a la historia del funicular de Montjuïc
Una exposición repasa los casi cien años de este medio de transporte singular.
El 24 de octubre de 1928 se inauguraba oficialmente el funicular de Montjuïc. Pero en el castillo que corona el lugar no han querido esperar a la celebración del centenario para dedicar una exposición a este medio de transporte que cambió la relación de la ciudadanía con la montaña. Fue ideado desde el primer momento como un vehículo para el ocio y para que los barceloneses y las barcelonesas pudieran acceder a los espacios de recreo que les ofrecía, y todavía les ofrece, esta pequeña elevación. La exposición El funicular de Montjuïc. La conquista de la montaña la encontraréis en la sala 20 del Castillo de Montjuïc hasta el 25 de septiembre, y os permitirá profundizar en la historia de este vehículo.
Uno de los atractivos de la muestra es cómo se presenta visualmente, ya que es como si el visitante entrase en el interior del propio funicular, con sus compartimentos, ventanas y bancos. Una vez dentro, podréis saber que la construcción fue paralela al hecho de que en 1929 se hacía la Exposición Internacional de Barcelona, pero el proyecto ya lo propuso en 1923 el abogado, traductor y bibliógrafo Elies Rogent i Massó. Ya tenía experiencia en eso de los funiculares: su familia y él ya habían impulsado el de Montserrat. Todo ello tenía que ver con el proceso de modernización de Barcelona, de nuevas planificaciones urbanísticas y de ajardinamiento de la montaña de Montjuïc. En la muestra también se explica que no todo ha sido fácil para el funicular en estos años, puesto que ha pasado momentos de degradación. En la década de los ochenta Transportes Municipales de Barcelona tomó la decisión de conservarlo por su valor histórico y sentimental, y en 1991 se hacía una renovación integral y fue un medio muy importante a la hora de subir espectadores a la montaña con motivo de los Juegos Olímpicos.
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