Retratos de barcos: una muestra que conecta con la historia marítima
Una exposición del Museu Marítim de Barcelona muestra cómo han evolucionado los retratos de los barcos de la mano de los avances tecnológicos y de los cambios sociales.
Desde la antigüedad se han hecho representaciones gráficas de barcos, pero pocas veces podemos identificarlos, es decir, conocer su nombre y su historia El Museu Marítim de Barcelona presenta la exposición Retrats de vaixells. Del segle XIX als "shipspotters", que nos muestra cómo han evolucionado los retratos de los barcos de la mano de los avances tecnológicos y de los cambios sociales: adaptándose a las herramientas de representación de imágenes de cada momento, cambiando los motivos para hacer el retrato, de quien hace el encargo, así como los perfiles de los autores y la manera de difundirlos.
La exposición se inicia con una introducción breve, mostrando algunos antecedentes del s. XVIII; a partir de aquí, se hace un recorrido cronológico mostrando cómo ha ido cambiando la manera de hacer estos retratos y las técnicas que se han utilizado. Desde el siglo XIX, con el crecimiento de las grandes empresas navieras y el inicio de una gran demanda y producción de retratos pintados de barcos, hasta la actualidad, con los shipspotters u observadores de barcos, presentes en los puertos de todo el mundo, que, además de imágenes, comparten también la información técnica de las embarcaciones.
Dentro del conjunto de la colección pictórica del museo cabe destacar, con personalidad propia, el fondo de retratos de barcos. Se trata de un tipo de pintura muy típica de los museos marítimos, pero también los encontramos en casas particulares, donde las familias conservan imágenes de los barcos que habían poseído o comandado sus antepasados.
El retrato de barco es una pintura que quiere mostrar con la máxima fidelidad un barco en concreto, una especie de fotografía de la embarcación. Hay una voluntad de identificar y caracterizarlo en concreto, con su nombre y pabellón, la contraseña o bandera del armador, y generalmente una leyenda identificadora o una referencia a un personaje o hecho. En general van firmados por pintores muy prolíficos (Pineda, Evans, Mongay, Amat, Martí Barrionuevo, etc.) y están fechados. Como se puede ver, lo más importante es mostrar el barco tal como es, y las cuestiones estéticas son secundarias; incluso el fondo, sea mar abierto o un puerto, tiene una importancia menor.
Curiosamente, la gran época del retrato de barco coincide con el desarrollo de la fotografía, y es que resulta muy difícil captar con la cámara un barco en navegación, visto de lado y con mucho detalle, cosa que la pintura sí podía hacer.
El Museu Marítim de Barcelona es un espacio para la interpretación y difusión de la cultura marítima catalana de forma innovadora, participativa y próxima a la sociedad y al territorio, mediante la investigación, conservación y salvaguarda del patrimonio. Quiere ser una institución de referencia de la cultura marítima mediterránea, abierta y accesible a toda la sociedad, y cooperativa con las personas y las organizaciones. La compra de la entrada hay que hacerla físicamente en las taquillas del Museo. La venta por internet no está disponible.