Los oráculos en tiempos de inteligencia artificial
La Virreina Centro de la Imagen inaugura la exposición Bienal 64, centrada en los efectos de la predicción algorítmica dentro de la producción cultural.
"Si los dispositivos digitales acumulan tantos datos es para proyectar todo tipo de pronósticos de futuro. Es la función de los algoritmos, que han tomado el relevo de los antiguos oráculos". Estas palabras están extraídas del programa de mano de la exposición Bienal 64, que a partir del 19 de noviembre y hasta el 12 de febrero del próximo año podréis visitar en La Virreina Centro de la Imagen. Comisariada por Roc Albalat, Jorge Luis Marzo y Arturo Fito Rodríguez, miembros del colectivo Àngela Novo, encontraréis creaciones de Clara Boj y Diego Díaz, María Cañas, Col·lectiu Estampa, Nuria Giménez Lorang, Júlia Montilla y Roc Parés, así como de los propios comisarios.
En la muestra se recuerda que con las predicciones (y elecciones) que nos hace la tecnología "descartan del presente todo lo que no hace posible el futuro". En esta línea, el colectivo Àngela Novo inició ya hace algunos años una investigación que dio como resultado una serie de exposiciones sobre los "descartes". Algunas de las propuestas que acogieron aquellas muestras estarán ahora en La Virreina Centro de la Imagen. Quien visite la exposición podrá conocer, por ejemplo, El oráculo, de Àngela Novo, una instalación de vídeo rodeada de avatares en una especie de circo de fantasmas y que habla de descartes, de los terrores de la inmersión, de la anarquía del tiempo, de píxeles en rebeldía o de la basura que cada día lanza la subasta maquinal. En Interpretación fatal, un vídeo de Nuria Giménez Lorang, se imagina un futuro en el que la cultura de la cancelación y el remake digital reharán la memoria visual para ponerla al servicio de los escenarios de un futuro deseable. Y en la instalación Punto Nemo, de Roc Parés, se recuerda que la Estación Espacial Internacional es el mayor artefacto humano fuera de la superficie de nuestro planeta, y también una amenaza de 420 toneladas sobre nuestras cabezas; Punto Nemo es el punto del océano más alejado de cualquier lugar habitado, y a donde se dirigen los desechos orbitales que caen, y que se convierten, en palabras del artista, "en una metáfora de los descartes del capitalismo oracular. Parecería que mito y desastre se fugan por el agujero de un gran inodoro".
Más información de la exposición en este enlace.