Lectura, poder y arte contemporáneo

El Espacio 13 de la Fundación Joan Miró ha dado a conocer el ciclo de exposiciones Fijaciones por minuto, que se compondrá de cuatro muestras sucesivas hasta 2024. El título del proyecto hace referencia a la fórmula con la que se calcula la velocidad de lectura. Cada fijación es una parada de los ojos sobre una palabra: cuanto menor es el número de fijaciones por minuto, mayor es la velocidad a la que se procesa el texto. El término alude también a la capacidad del lenguaje para fijar significados.

Comisariadas por Yaby –es decir, Beatriz Ortega Botas y Alberto Vallejo–, las propuestas expositivas reunidas en Fijaciones por minuto utilizan varios medios visuales para exponer las consecuencias políticas de algunos mecanismos técnicos y retóricos de la lectura.

Las cuatro muestras –firmadas por Claudia Pagès (del 19 de febrero al 16 de abril), P. Staff (del 28 de abril al 9 de julio), Jota Mombaça + Iki Yos Piña Narváez (del 21 de julio al 22 de octubre) y Kandis Williams (del 3 de noviembre de 2023 al 21 de enero de 2024) – abordan, respectivamente, el papel del sustrato prelingüístico en la circulación del poder, la incorporación de los elementos corporales en la comunicación, el uso de formas no alfabéticas de interpretar del mundo y la reescritura del archivo y sus narrativas históricas.

La primera de ellas, titulada Bandolerismos, presenta una nueva investigación en torno al papel timbrado, las filigranas y las marcas, que a partir del siglo XVIII se utilizaron sobre todo en la documentación judicial y administrativa como instrumento para identificar y legitimar la propiedad y el control sobre bienes y personas.

Claudia Pagès explora la relación de estos elementos de expresión gráfica con la idea de “banda” o “bando”. Más allá de su imagen romántica, el bandolerismo fue un fenómeno complejo financiado por sectores de la nobleza que organizaban partidas de malhechores que servían los intereses de un señor feudal, de acuerdo con las relaciones de poder propias de la estructura social de vasallaje.

Para reafirmar la idea dual de amigos y enemigos, la sala se encuentra dividida por un muro de papeles con filigranas creadas por la artista, con sendas pantallas de proyección a cada lado que muestran, alternativamente, un fragmento de la misma pieza, y dos vídeos grabados en lugares icónicos del pueblo de la autora: el Abric Romaní y el molino papelero de Capellades. Y es que tanto el yacimiento neandertal como el museo del molino conservan signos que se mueven en un espacio ambiguo entre la palabra y la imagen.

El acceso al Espai 13 es gratuito pero se recomienda reservar día y hora clicando aquí.