El rostro humano, gran motivo iconográfico de la historia del arte

En tres actos es un tríptico expositivo comisariado por el equipo de la Fundación Suñol y Valentín Roma que explica cuáles son las líneas argumentales de la Colección Suñol Soler y con qué horizontes artísticos e históricos fue creada.

Los dos primeros actos ayudan a acercarse al arte con los argumentos de la época en que cada pieza fue creada, pero también con preguntas que anticipan puntos de vista todavía latentes. El tercer y último acto, Veinte rostros y tres multitudes, se adentra en el gran motivo iconográfico del arte, el elemento que cuestiona todas las cronologías y lleva hasta el presente la verosimilitud de todos los pasados: el rostro humano.

La cara es memoria y es, asimismo, literatura de lo vivido. Se escribe la experiencia y se intuye el futuro. Una faz que mira con inquietud reclama que el observador la escrute.

La Colección Suñol Soler tiene rostros petrificados y faces diluidas, semblantes reconocibles y caras en fuga. Los veinte rostros seleccionados tienen su contrapunto en tres multitudes que los observan y acogen. Junto a la soledad de cada cara proyectando la mirada, encontramos a un colectivo en el que reconocerse: Andy Warhol y miembros de The Factory de Richard Avedon (1969); Trío gris y vinagre de Luis Gordillo (1976) y el cuadro 125 de Juan Genovés (1971), que simula una especie de fotofinish deportiva.

Entre las obras expuestas se encuentran Ladies and Gentlemen de Andy Warhol (1975), Masque de Kiki de Montparnasse de Pau Gargallo (1928) y Buste de femme en el chemisier jaune de Pablo Picasso (1943), junto a otras piezas de Rosa Amorós, Eduardo Arroyo, Roman Buxbaum, Pep Duran, Fred Forest, Juli González, José P. Jardiel, Ouka Leele, Robert Llimós, Robert Mapplethorpe, Antoni Miralda, Inge Morath, Antoni Muntadas, Guillermo Pérez Villalta, Joan Ponç, Darío Villalba y Zush/Evru.