Un Grec dedicado a Europa mira hacia los clásicos para imaginar el futuro

Un total de 86 espectáculos que se verán durante cuatro semanas y una cincuentena de actividades, todo repartido por 55 espacios de la ciudad. Así será, resumido en unas pocas cifras, el Grec 2022 Festival de Barcelona, que empezará el 29 de junio con un espectáculo inaugural a cargo de la compañía NDT 1 del Nederlands Dans Theater, que interpretará Tres coreografías (en la imagen; también se verán el 30 de junio), entre ellas un estreno de la valenciana y neerlandesa Marina Mascarell y dos coreografías más de Sharon Eyal y William Forsythe.

Entre los grandes nombres previstos, desde una compañía local que hace unos años que fascina al público de los festivales europeos más centrados en la vanguardia escénica, El Conde de Torrefiel, hasta el iraní Amir Reza Koohestani, pasando por el alemán Thomas Ostermeier, la compañía norteamericana Wooster Group, la caboverdiana Marlene Montero Freitas, la performer francesa Phia Ménard o el innovador director italiano Romeo Castellucci. Además, el festival propiciará conexiones inesperadas entre artistas diversos, entre ellos el bailaor Israel Galván actuando con la Escolania de Montserrat, Salvador Sobral ofreciendo un concierto con el pianista Marco Mezquida o la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC) combinando su música con los visuales de Alba G. Corral.

En un momento de transformación, y entre grandes acontecimientos que marcan el futuro del continente, la edición número 46 del Grec Festival de Barcelona convierte a Europa en protagonista y, en un intento de imaginar el futuro de la escena, repasa algunos de los grandes momentos teatrales y literarios del continente, desde los mitos fundacionales que aborda Europa Bull (dirigido por Jordi Oriol), hasta El Burlador de Sevilla visto por Xavier Albertí, Hamlet (Chela de Ferrari), Tartufo (en versión de Ernesto Caballero e interpretado por Pepe Viyuela) o el Paraíso Perdido, una versión del poema de John Milton según Helena Tornero y Andrés Lima.

Uno de estos montajes precisamente, Europa Bull, es una reposición, igual que otros espectáculos como la impactante propuesta de Romeo Castellucci, Bros, que se había visto en Temporada Alta, como Opening Night de La Veronal o como Género imposible, de Sílvia Pérez Cruz. Y es que, en un contexto postpandémico, el Grec recupera espectáculos que se han visto poco a causa del momento en que se estrenaron y reprograma algunos que, como el montaje de circo FiQ (¡Despiértate!) del Groupe Acrobatique de Tanger, tuvieron que ser suspendidos en la edición del año pasado. Destaca, en este sentido, la reposición del espectáculo de La Perla 29 (Oriol Broggi) 28 i mig, un montaje estrenado en el 2013, pero que acaba de hacer una estancia de un mes en el Théâtre de la Colline de París.

Del mundo, a la escena local

Pasados los peores momentos de la pandemia, el festival recupera las conexiones internacionales sin dejar de permanecer atento a la creación local. Así, lleva a los escenarios una moderna puesta en escena de Ein Volkensfeind (Un enemic del poble), de Ibsen, dirigida por Thomas Ostermeier y con músicos en escena; The B-Side "Negro folklore from Texas State Prisons" A record album interpretation, espectáculo que no se pudo ver el año pasado y que trae a Barcelona a una de las grandes compañías norteamericanas, The Wooster Group; además de La Trilogie des Contes Immoraux, en la cual Phia Ménard alude a la historia y a los mitos europeos; creaciones de danza como Larsen C, del griego Christos Papadopoulos o Story, story, die, del noruego Alan Lucien Øyen; Idiota, una propuesta de la siempre revolucionaria creadora Marlene Monteiro Freitas; o una creación, Gardien Party, que pasa en un museo y donde el colectivo Zirlib (con Mohamed El Khatib) convierte en protagonistas a los vigilantes de museos de media Europa.

El festival renueva su apuesta por el talento local, programando propuestas nuevas de autores que van desde Jordi Prat i Coll (Fàtima), Marta Buchaca (Quant temps em queda?), Jordi Casanovas (Inmunitat) y Llàtzer Garcia (Al final, les visions). Además, sin embargo, el festival programa puestas en escena y lecturas dramatizadas nacidas de la convocatoria de las salas de proximidad On el teatre batega. En cuanto a la danza, veremos producciones de Lali Ayguadé (Runa), Nazareth Panadero (Vive y deja vivir), Albert Quesada (Desert) o los premios del Institut del Teatre María Jurado (Black Sun) y Nico Jongen y Ça Marche Cantus Gestualis). En cuanto al circo, veremos creaciones como Boira, de la Cia Vöel o Després de tot, de los PSiRC. Y, entre las propuestas familiares, Imperfect, de La Baldufa y Sol Picó; Olympus Kids, de la Agrupación Señor Serrano; Loop, de Aracaladanza o La gata que volia canviar el món; de Thomas Noone Dance.

La programación musical incluye una veintena de espectáculos, con propuestas que van desde Jane Birkin y una Noche de fado con Cuca Roseta, Camané y Mário Laginha, hasta la presentación del último disco de Jaume Sisa a cargo de artistas diversos, pasando por Roger Mas o Els Pets.

Un espectáculo de las Tarta Relena con las occitanas Cucanha y Los Sara Fontán, y los conciertos de Rocío Márquez & Bronquio, Gemma Humet o Lucas Bun, tendrán como escenario un nuevo espacio de la avenida del Paral·lel, Músiques en Paral·lel (que toma el relevo de la antigua sala Barts). El Grec, sin embargo, estrenará también este El Molino que la ciudad acaba de recuperar con Molinex (Vicent Fibla / Eufònic Festival), un espectáculo de espectáculos que reivindica la disidencia sexual.

Son solo algunas de las propuestas de un festival que vuelve a ocupar la plaza de Margarida Xirgu con propuestas de restauración y con espectáculos gratuitos como Maña (Manolo Alcántara), El Gran Goril·la (Antigua i Barbuda) y Orpheus (Insectotròpics).

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