Un juego de espejos a partir de la obra de Rimbaud y de su traductor

La versión corta es que este es un espectáculo que habla de Rimbaud, pero si la contempláis de cerca, descubriréis que la pieza teatral que ha creado y lleva a escena Pablo Ley es mucho más que eso y constituye un seductor juego de espejos que implica al autor francés, pero también a otras muchas personas. Del 20 al 25 de abril, en el escenario de Dau al Sec.

Todo es obra de Pablo Ley, un licenciado en historia del arte por la Universitat de Barcelona que conocimos escribiendo críticas teatrales en diarios y revistas de la ciudad y que hoy, además de escribir y dirigir, ejerce la docencia en Eòlia Escuela Superior de Arte Dramático.

La nueva creación que ahora nos presenta refleja vivencias personales diversas en un juego de espejos que empieza en el Arthur Rimbaud poeta, que se refleja en otro Rimbaud, el aventurero, pero también en otro personaje real: el traductor Josep Forment, que llevó al castellano la obra de este artista.

Con una vida apasionada que giró alrededor de Rimbaud, la de Forment fue una muerte prematura. Su recuerdo, sin embargo, no se ha perdido, puesto que se mantiene vivo en sus traducciones del poeta francés y, también, en la figura de su hijo, Josep Forment.

Él, el intérprete de la función e hijo de un hombre con una vida marcada por la influencia de Rimbaud, dialoga con el poeta francés, pero también con su propio padre a través de los poemas que el uno escribió, que el otro tradujo y que el hijo de este último lleva ahora a escena. Todo, con una composición musical original creada por Jorge de la Torre. 

El espectáculo está acompañado de imágenes de Olga Rivaud, creadora del proyecto fotográfico Develar, que se podrá a ver en Dau al Sec durante los días de representación.

Si queréis ver La bellesa del diable y también la exposición, venid a Dau al Sec, pero antes consultad en su web toda la información sobre las representaciones.