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Imagen del frontal de Santa Perpetua de Mogoda, realizado hacia el año 1300

Un obispo para un territorio

La exposición permanente del Museo Diocesano explica la evolución del Obispado de Barcelona y la organización parroquial del país.

El Museo Diocesano de Barcelona acoge la exposición permanente Barcino, Barchinona, Barcelona. Una ciudad, un obispo, un territorio. La muestra explica la evolución de la organización de la Iglesia en nuestro país desde la creación de las diócesis de Barcino, en el siglo IV, y Egara, en el siglo V, hasta la consolidación de las parroquias como precursoras de los municipios actuales.

La exposición consta de varios paneles con la narración histórica, ilustrados con mapas. Se explica cómo los visigodos –de culto arriano– fundaron una nueva catedral en la basílica de los santos mártires Justo y Pastor, cómo los musulmanes convirtieron su sede episcopal –al menos parcialmente– en una mezquita y cómo la ciudad de Barcelona fue incorporada al reino de los francos, antes de ser arrasada por Almanzor y erigirse en el capital de la casa condal.

La muestra hace hincapié en los movimientos de renovación, en medio de una Iglesia demasiado acomodada a los poderes terrenales. El abad Oliba y la condesa Ermesenda culminaron la restauración material y espiritual de la canónica de Barcelona y la fundación de un comedor para los pobres, la Pía Almoina, y el obispo san Olegario favoreció la reforma gregoriana para librarse del poder feudal y de la simonía. Con él, la Iglesia catalana rompió con el arzobispado de Narbona y recuperó la sede metropolitana de Tarragona.

Sobre el territorio, la parroquia se convirtió, a partir del siglo XI, en la unidad geográfica de referencia. Las iglesias eran un espacio compartido por sus pobladores, que la utilizaban para diversas actividades, además del culto. En su entorno se construyeron muchos de los núcleos de población actuales, gracias al movimiento de paz y tregua y al establecimiento de la sagrera, un terreno sagrado e inviolable de treinta pasos que protegía de la violencia los templos una vez consagrados.

Más allá del relato, las verdaderas protagonistas de la exposición son las obras de arte que le acompañan, especialmente las piezas de arte románico, como majestades, relicarios, frontales y cruces procecionales.

El precio de la entrada vale 8 euros –6, si es reducida– e incluye hasta el 25 de septiembre la visita a las dos exposiciones temporales: Mujeres. De Renoir a Sorolla y Corpus de papel. Imagen popular recogida por Joan Amades.

Fecha de publicación: Viernes, 05 Agosto 2022
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