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Una de las escenas de Parsifal

El último monumento musical de Wagner

El Liceu programa la ópera Parsifal, justo cien años después de que se pudiera ver por primera vez en el teatro de la Rambla.

La historia de amor entre Barcelona y la música de Richard Wagner queda muy bien ejemplificada con lo que sucedió con el estreno en la ciudad de Parsifal, la última partitura del compositor alemán. En 1914 prescribían los derechos exclusivos que tenía sobre la obra el Festival de Bayreuth, y por lo tanto a partir de ese año ya se podía representar en cualquier lugar; el Gran Teatre del Liceu corrió más que nadie, y a la medianoche del 31 de diciembre de 1913 empezaban a sonar los acordes de la ópera. Así pues, este 2023 se cumplen cien años. Y qué mejor que volver a programar la ópera para celebrarlo. Se harán un total de seis representaciones, entre el 25 de mayo y el 7 de junio, una reposición de Aglaja Nicolet con Claus Guth como director de escena, Josep Pons dirigiendo la Orquestra Simfònica del Gran Teatre del Liceu, y con el tenor Nikolai Schukoff y la soprano Elena Pankratova como primeras espadas en el escenario. La producción es de la Opernhaus Zürich y del propio Liceu.

Parsifal, definida como "festival sagrado en tres actos", es una obra de carácter simbólico en torno al concepto de redención. Su protagonista es la personificación de la inocencia y la compasión, un héroe que ignora sus orígenes e incluso su nombre. El punto de partida son las leyendas medievales sobre el Santo Grial y la lanza de Longinus, si bien el montaje de Guth hace una reinterpretación y sitúa la trama en un contexto más reciente: la búsqueda de los Caballeros del Grial la relaciona con la desorientación y búsqueda de significado en los años posteriores a la Primera Guerra Mundial, y finalmente refleja los acontecimientos que dirigieron hacia la Alemania de los años treinta.

Para más información y entradas, pulsad el enlace.

Fecha de publicación: Martes, 23 mayo 2023
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