Giorgio Morandi, el artista atemporal
La Pedrera reúne una esmerada selección de obras caracterizadas por la simplificación formal y el uso magistral de la luz.
Hasta el 22 de mayo, la Pedrera acoge la exposición Morandi. Resonancia infinita. Se trata de un recorrido retrospectivo por la obra del pintor y grabador italiano Giorgio Morandi (Bolonia, 1890-1964), uno de los artistas más significativos e inclasificables del panorama artístico de la primera mitad del siglo XX.
Morandi desarrolló toda su vida artística en su ciudad natal, donde trabajó al margen de cualquier grupo o movimiento. Se aprecian, eso sí, ciertas influencias, sobre todo al principio. Sus primeros cuadros remiten a Paul Cézanne y al cubismo. Más tarde, y después de una corta relación con los pintores futuristas de su generación, se acercó al grupo metafísico de Carlo Carrá y Giorgio de Chirico, así como al purismo del retorno a la orden del grupo Valori Plastici. A partir de 1920, Morandi inició una carrera en solitario y desarrolló un estilo propio e inconfundible, que nunca abandonó, y que se caracteriza por un lenguaje pictórico de gran pureza y elegancia, marcado por la armonía, l austeridad, la cadencia, la fragilidad, la ligereza y el silencio.
Morandi siempre trabajó una pintura figurativa, fundamentalmente naturalezas muertas y esporádicamente algunos paisajes, que poco a poco se fue haciendo más simbólica. Su obra destaca por su gran calidad, por su alto grado de refinamiento y por un lenguaje totalmente personal centrado en intentar captar la realidad de la manera más fiel posible a través de la luz, el color y los valores volumétricos. Su estilo se basa en la búsqueda de una simplificación formal en la que los temas se reducen a lo esencial. Para Morandi el uso de la reiteración fue clave, y el mismo conjunto de objetos fue revisitado por el artista una y otra vez en pinturas y aguafuertes.
Morandi. Resonancia infinita está comisariada por Beatrice Avanzi y Daniela Ferrari, conservadoras del Museo di Arte Moderna e Contemporanea di Trento e Rovereto (MART), y reúne una cuidada y significativa selección de pinturas, dibujos y grabados procedentes de diversos museos y colecciones particulares de Europa.
La entrada a la exposición tiene un coste de 8 euros –5, si es reducida– y se puede adquirir de forma anticipada en este enlace.