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Pere Torné Esquius

Pere Torné Esquius y la belleza de los pequeños detalles

El MNAC dedica una exposición al pintor catalán más singular de principios del siglo XX, espíritu libre al margen del modernismo y el novecentismo

La figura de Pere Torné Esquius (Barcelona, ​​1879-Flavancourt, 1936) es una de las más complicadas de situar de todo el arte catalán de principios del siglo XX. Los modernistas nunca lo vieron como uno de sus, quizá porque su estética se acercaba más al fauvismo, con aquellas imágenes de una naturaleza no del todo domesticada, y tampoco fue exactamente un novecentista, porque su vanguardia no era tan cerebral como la de sus coetáneos. También pasó mucho tiempo en Francia. En definitiva, una figura rara, pero fascinante a la vez. Y es por eso por qué sus cuadros vuelven, en una exposición panorámica que podremos visitar en el MNAC hasta el 9 de julio.

Esta muestra, titulada “Poética Cotidiana”, nos acerca a los cuadros paisajísticos de Torné Esquius, que dedicó casi toda su obra a captar los momentos tranquilos de una casa en silencio, los bodegones y las naturalezas muertas –evitando en todo lo que fuera posible la presencia de cualquier figura humana–, siempre con un trazo ingenua, y con colores vivos. Es cierto que la pintura no fue su ocupación principal –se centró más en la ilustración para publicaciones populares y juveniles, como Papitu o Picarol–, pero cuando pintaba lo hacía con un estilo propio, con un alma única.

La oportunidad para descubrir el lenguaje fascinante de Torné Esquius la tendremos en una exposición en el MNAC, comisariada por Eduard Vallès y Elena Llorens, que se inaugura este viernes, 7 de abril, y que permanecerá abierta hasta el 9 de julio. Podrás encontrar más información y reservar entradas en la web del museo.

Fecha de publicación: Miércoles, 05 Abril 2017
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