Piel en constante evolución

Hasta el 16 de abril se puede visitar en Pigment Gallery la exposición Ingravita, de Penélope Clot Grau. Desde Das, en la Cerdaña, esta pintora y artista apasionada formada en diversas disciplinas, crea sus obras con sello y estilo propios a 1.219 metros de altitud.

La artista se siente atraída por ello: “Observo la huella que deja en nuestros poros y nuestras almas”. Por eso crea pieles: superficies de yeso con texturas y colores que nos recuerdan que estamos vivos y en constante mutación.

Nacida y criada en una familia de artistas con los Pirineos como telón de fondo, se estableció en Barcelona hasta que sintió la necesidad de experimentar nuevas sensaciones. Viajó y se inició en el mundo de la laca japonesa y el grabado. Cursó estudios de dibujo y perspectiva, y a partir de 1997, se profesionalizó en la restauración de obras de arte y muebles antiguos. Entonces sintió un impulso tan fuerte como el anterior para volver a Cal Pel-ras, la casa solariega que hicieron sus bisabuelos, donde todos los factores (naturaleza, climatología, animales, silencio y calma) le ayudan a crear desde el equilibrio.

Para ella, “ser artista es una forma de vivir y de ver las cosas. Soy inquieta y apasionada, con una mente que dispara constantemente preguntas. Ese carácter y forma de ser es mi esencia, mi ADN, que se ve reflejado de forma muy evidente en mi obra”.

La investigación, experimentación y formación constante marcan su trayectoria. Sus cuadros, elaborados en distintos formatos, destacan por las capas superpuestas de diferentes texturas, transparencias, formas y colores, así como por las composiciones geométricas y las evocaciones paisajísticas, y por el uso de múltiples técnicas. De su experiencia como restauradora, por ejemplo, surgen agrietados, fisuras, golpes y grietas que forman la piel de sus obras, con la marca siempre presente del envejecimiento.

Las condiciones climatológicas del entorno, como temperatura y humedad, condicionan todo el proceso de elaboración. Durante el verano prepara los rollos que le servirán de base para sus cuadros por una cuestión de calor, humedad y secado rápido, mientras que en invierno utiliza el material que ha producido para realizar las obras. La primera fase es larga y pesada; en cambio, la parte de creación está más ligada al estado de ánimo. Por eso el resultado es único, diferente cada vez; como tendréis oportunidad de comprobar si visitáis la muestra.