Barcelona homenajea a Felícia Fuster en el centenario de su nacimiento
La poeta, pintora y traductora pasa a formar parte del Mapa Literario de la ciudad con una placa situada en la casa donde vivió.
Desde este viernes 9 de abril el inmueble donde vivió Felícia Fuster desde que nació hasta que se fue a París, a principios de los cincuenta, luce una placa literaria en recuerdo y homenaje a la poeta, narradora, traductora y pintora. Es el número 64 de la calle Sant Miquel, en el barrio de la Barceloneta. La colocación de la placa forma parte del despliegue del Mapa Literario de Barcelona, y también se da el caso de que este 2021 es el Año Felícia Fuster, ya que se cumplen cien años del nacimiento de la barcelonesa.
La ceremonia de descubrimiento ha contado con la presencia de Joan Subirats, teniente de alcaldía de Cultura, Educación, Ciencia y Comunidad; Jordi Rabassa, Concejal de Ciutat Vella, y Bibiana Díez, hijuela de la poeta y representante de la Fundación Felícia Fuster. Subirats destacó que "si algún rasgo caracteriza la vida y la obra de Felícia Fuster, es la práctica radical de la libertad que la hizo apostar por las letras y el arte". El teniente de alcaldía también remarcó la curiosidad que caracterizaba a la artista, que "quiso transmitir y dejar como legado a las nuevas generaciones de artistas, a través de las ayudas que otorga la Fundación que lleva su nombre, para impulsar sus estudios, y sobre todo entre aquellos que tienen más dificultades para realizarlos", e invitó a los barceloneses y barcelonesas "a que se acerquen y descubran la riqueza y singularidad de su obra". En las próximas semanas tendrá lugar otro acto relacionado con Fuster: una lectura de poemas en la Biblioteca de La Barceloneta impulsada por el Consorcio de Bibliotecas, en colaboración con el Instituto de Cultura, y la complicidad de la Fundación Felícia Fuster.
La homenajeada nació en Barcelona en 1921, y dio a conocer su obra literaria y pictórica en plena madurez, en las dos últimas décadas del siglo XX. En palabras de la Fundación que lleva su nombre, "toda su obra se caracteriza por una fuerte personalidad y por el afán de libertad que desplegó en todos los ámbitos de su vida". Añade: "La experimentación también conforma su obra poética. Fuster escribe desde la introspección existencial y con un alto grado de exigencia basado en la investigación de la palabra. Así, en un corto período de tiempo, su obra transcurre de la vanguardia europea (de Salvat-Papasseit a René Char) a asumir la tradición de Oriente, en concreto la poesía japonesa moderna, de la que también es traductora. Esta experiencia fructifica en una escritura que se puede definir por su vitalidad, su voluntad de avance y por su compromiso con el mundo". Entre los títulos publicados mencionamos Una cançó per a ningú i Trenta diàlegs inútils (1984), Aquelles cordes del vent (1987) y Sorra de temps absent (1998). Murió en la capital francesa en 2012.