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La imagen de una niña vestida de primera comunión en una de las obras de la exposición dedicada a Nuria Güell

Política, belleza y moralismo en las nuevas exposiciones de Fabra i Coats: Centro de Arte Contemporáneo

Fabra i Coats: Centro de arte contemporáneo inaugura dos nuevas exposiciones y, si con La transformación sensible nos habla del valor político de la belleza, en Todo orden se quiere puro (en la imagen) hace hincapié en el moralismo de nuestro mundo, Venid a verlas hasta el 10 de octubre.

La transformación sensible es un proyecto de comisariado de Oriol Fontdevila, escritor e investigador de Manresa instalado en Barcelona, especializado en prácticas artísticas y educación, que en esta muestra reúne la obra de diversos artistas. La segunda exposición, Todo orden se quiere puro, muestra creaciones de Núria Güell, una artista de Vidreres que se ha dado a conocer con unas obras de carácter visual con un claro componente político y social. Ambas exposiciones indagan en el mundo en el cual vivimos y aluden, de alguna manera, al poder.

En la primera muestra, La transformación sensible, veremos obras de los artistas y colectivos de creadores Assemble, Patricia Esquivias, Javier Peñafiel & Rita Rakosniki y Julia Ramírez-Blanco & Paula García-Masedo. Son una serie de obras que el comisario utiliza para preguntarse cuál es el valor político de la belleza y cómo se decide exactamente qué es bello o qué no lo es. Y es que quizás creemos que se trata de una cuestión de gusto personal, pero en esta muestra comisario y artistas se confabulan para mostrarnos la belleza "como principio organizativo y como fuerza motriz del conocimiento".

Sí, la belleza es uno de los factores que nos atraen hacia los demás, pero por esa misma razón nos convierte en seres dependientes. Es decir, que la belleza nos asegura una vida en común que favorece a la especie, pero a la vez limita notablemente nuestra independencia.

En la muestra encontraremos desde obras que, como la de Assemble Studio, nos hablan sobre las calidades sensuales de los ambientes; que exploran posibilidades de relacionarse de una manera diferente como hace Patricia Esquivias en una pieza que también trata sobre las implicaciones coloniales del trabajo artesanal; que muestran la conexión entre producción de belleza y resistencia política como la de Javier Peñafiel & Rita Rakosnik; o que nos acercan a las representaciones de sí mismas que han generado comunidades situadas en los márgenes como las que nos muestran Júlia Ramírez-Blanco & Paula García-Masedo.

No os marchéis todavía de Fabra i Coats: Centro de arte contemporáneo, puesto que, en Todo orden se quiere puro, el centro nos plantea una retrospectiva de Núria Güell en la cual la artista nos habla de ese poder que se legitima mediante la fuerza y la violencia, sí, pero también empleando conceptos como el de la verdad y, especialmente, el del bien moral. Es así como el poder se hace mucho más difícil de eludir y, aún más, se convierte en fuente de satisfacción para unos seres humanos que experimentan goce cuando corresponden al poder o bien cuando son correspondidos por este poder.

Núria Güell utiliza obras anteriores de su producción para sumergirnos en el moralismo totalizador de la opinión pública de nuestro tiempo y para preguntarse qué papel juegan los y las artistas en todo ello. Con las obras anteriores de la artista, encontraremos también nuevas creaciones, además de las aportaciones de ocho artistas, seis pensadoras, dos exreclusos, un sacerdote y una monja que graba videos para YouTube.

Si no os queréis perder dos exposiciones de arte contemporáneo que tienen mucha relación con la política y el poder, venid a ver La transformación sensible y Todo orden se quiere puro, pero antes consultad toda la información sobre las exposiciones en la web de Fabra i Coats: Centro de arte contemporáneo.

Fecha de publicación: Viernes, 18 Junio 2021
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