
Vidas entrelazadas por la libertad
Tres mujeres de continentes diferentes luchan por su emancipación en la obra ‘La Trena’, en el Teatre Goya.
A menudo nos encontramos atrapados entre dos tensiones aparentemente irreconciliables: la serenidad de aceptarnos tal como somos y la presión constante de corresponder a las expectativas que la sociedad proyecta sobre nosotros. Trabajamos, luchamos y nos esforzamos para encajar en unos estándares que nunca parecen suficientes, y en este proceso, la libertad parece una sombra esquiva. Entonces, ¿dónde queda la autenticidad cuando cada gesto debe medirse según patrones ajenos?
Este dilema toma forma en La Trena, que vuelve al Teatre Goya hasta el 14 de diciembre, con una historia que sigue a tres mujeres que luchan por su propia libertad en contextos muy diferentes: una madre que quiere romper las cadenas del analfabetismo impuestas por su casta en la India; una joven siciliana atrapada entre la tradición familiar y el miedo de perderlo todo; y una abogada en el Quebec que tiene que redefinir su vida ante un cáncer de mama.
Con dramaturgia y adaptación de Cristina Genebat y Marta Marco y dirección de Clara Segura Crespo, la obra combina intensidad y sensibilidad poética, haciendo que las historias de cada mujer resuenen con el espectador más allá del escenario. Las interpretaciones de Cristina Genebat, Marta Marco, Aida Oset y Clara Segura Crespo dan vida a personajes que, a pesar de las diferencias culturales y personales, comparten un mismo hilo: la lucha para vivir según su propia voluntad.
Y es que la libertad, quizás, no reside en cumplir o superar estas expectativas sociales externas, sino en reconocer que ser suficientes con lo que somos ya es un acto de rebeldía y coraje en sí mismo. Como las tres historias de La Trena, nuestras vidas se tejen con hilos de lucha, esperanza y resistencia; y es precisamente en esta aceptación donde descubrimos nuestra propia emancipación.