El Refugio 307, la defensa pasiva de un pueblo bombardeado

Barcelona ha hecho un esfuerzo para mantener viva la memoria histórica que dejó la Guerra Civil Española. Durante el conflicto armado, se atacó en masa indiscriminadamente a la población civil con bombardeos, una práctica militar que solo se había ensayado brevemente durante la Primera Guerra Mundial. Esto hizo que se construyeran más de mil refugios antiaéreos en Barcelona como método de defensa pasiva. Muchos de estos ya no existen, pero algunos se han conservado para poder revivir la situación de la población en aquella época, y uno de los que mejor se ha mantenido es el Refugio 307, en el Poble-sec. Este, que fue excavado gracias al trabajo de muchos vecinos, dispone de tres entradas de acceso a la calle Nou de la Rambla y tiene cerca de 400 metros de túneles, con una altura de 2,10 metros y una anchura entre 1,5 y 2 metros. Gracias a una visita guiada que organiza el Museo de Historia de Barcelona, ​​podréis pasear por las diferentes estancias que había, como los aseos, la enfermería, la sala de niños y la chimenea, entre otros.

Podréis asistir a las visitas del Refugio 307 todos los domingos hasta finales de diciembre. Se ofrecen en tres idiomas: en inglés a las 10.30 horas, en castellano a las 11.30 horas y en catalán a las 12.30 horas.

La visita del Refugio 307 tiene un precio de 3,5 euros, y es gratuita para todo el que pertenezca al programa Gaudir Més. Podéis reservar vuestra plaza en el sitio web del MUHBA.