Unidas por los recursos hídricos

Barcelona cuenta con diversas infraestructuras que permiten hacer memoria de la revolución del agua durante la industrialización de la ciudad. El conjunto compuesto por la Casa del Agua de la Trinitat Nova, en el distrito de Nou Barris, y la de la Trinitat Vella, en el distrito de Sant Andreu, es un ejemplo que desde hace unos años actúa como equipamiento municipal. Los sábados 14, 21 y 28 de diciembre, Nou Barris y el Museo de Historia de Barcelona organizan visitas guiadas a la Casa del Agua que además incluyen un recorrido por el túnel subterráneo que las conecta.

Casi a la salida de Barcelona, el conjunto patrimonial de la Casa del Agua, declarado bien de interés urbanístico, se divide en dos edificaciones de principios de siglo XX ubicadas a ambos lados de la Meridiana. Las instalaciones fueron construidas en plena época modernista con el objetivo de mejorar las condiciones de salubridad del agua potable de Barcelona después de producirse una epidemia de tifus en 1914 precisamente por la mala calidad de los recursos hídricos. El agua que entraba en la ciudad a través de esta instalación provenía de los pozos de Montcada i Reixac. Primero llegaba a la Casa del Agua de la Trinitat Vella, donde estaba la estación elevadora que impulsaba los recursos hídricos hasta el depósito de la Casa en la Trinitat Nova. Allí, el agua era tratada y finalmente enviada al núcleo urbano para su consumo.

La Casa del Agua realizó esta función de saneamiento y distribución hasta la pasada década de los ochenta. Después quedó en el abandono hasta que en 2015 fue rehabilitada y reconvertida en equipamiento municipal con una vertiente museística en el que se celebran todo tipo de actividades de barrio y de divulgación en los ámbitos del medio ambiente, la sostenibilidad, la historia industrial y el urbanismo. Las visitas guiadas a sus instalaciones se inician en la Casa de la Trinitat Vella, donde se puede conocer su sala de máquinas y la sala de distribución. Desde este edificio se accede al túnel subterráneo que transporta el agua hasta su vecina de la Trinitat Nova, al otro lado de la Meridiana, y donde se puede visitar su depósito. Si os apuntáis a la actividad, reservaros algo de tiempo para visitar también los espacios expositivos del equipamiento.

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