Poseu-hi cor que farem maig

En un mundo donde los juramentos ya no tienen valor; donde las promesas electorales ya no significan nada; donde la palabra ya no se cumple y las promesas se hacen solo para romperse… Sería hermoso ver cómo el lenguaje recupera su poder.

Imaginad que las palabras recuperaran su sentido original y produjeran el efecto de aquello que su significado quiere significar. Imaginad que el lenguaje recuperara su poder, al igual que el dinero es poder, y un arma cargada es poder. Intentad imaginar un mundo donde las palabras hicieran más daño que los palos y las piedras, más sangre que las dagas y las escopetas. Aquellas palabras no dichas serían minas sin detonar. Aquellas dichas, terribles cráteres desoladores. Las palabras podrían herir de verdad. Y sí, los cuchillos y las pistolas pueden herir, pero tendríais que vigilar con lo que decís. Ahora imaginad a todo un pueblo iracundo y armado hasta los dientes de palabras. Un ejército desbocado de poetas. Imaginad las consecuencias de una manifestación. La sangre que correría por un eslogan; por cuatro palabras irónicas o con mala leche. Adiós a la inocencia. Adiós a los eufemismos... y las metas... fuera.

Pero imaginad que, al mismo tiempo, las palabras pudieran sanarnos. Preservarnos del mal, serenarnos. Darnos aire. Imaginad lanzar piropos y hacer germinar un campo de primavera. Llenarnos de felicidad. Hacernos el amor. Imaginad flotar de placer, volar de alegría y moriros de gusto. Imaginad ahora invocar una semana entera de poesía. Y vivirla. A corazón abierto. A pleno mayo.

Coro: Taïs Oriol, Mariona Oriol, Magalí Costa, Maria Ventura, Laura Dorna, Bàrbara Vidal, Anna Pont, Maria Alcàzar, Laia Segarra, Ares Riart, Cesc Antoja, Victòria Cancelli, Jordi Costa y Carles Biosca