El Fòrum FESC’25 reúne a más de un centenar de entidades de la economía solidaria
La 2.ª edición del Foro de la Economía Solidaria de Cataluña (Fòrum FESC) se celebró con la vista puesta en el primer Congreso de la Economía Solidaria, previsto para abril de 2026.

El pasado viernes 4 de abril, tuvo lugar la segunda edición del Foro de la Economía Solidaria de Cataluña (Fòrum FESC). El encuentro, que reunió más de un centenar de entidades de la economía solidaria en la Nau Bostik de Barcelona, fue el pistoletazo de salida del primer Congreso de la Economía Solidaria de Cataluña, cuya sesión plenaria se prevé que se celebre en abril de 2026.
Pablo Arnau, de la Nave Bostik, inauguró la jornada leyendo un manifiesto con motivo del décimo aniversario de esta equipación autogestionada, convertida en un referente cultural y social de la periferia barcelonesa. Lo reivindicó como una iniciativa nacida de la lucha vecinal que, ante la especulación y el olvido institucional, supone una conquista colectiva del derecho en la ciudad.
Intercambio, autoorganización, respuesta comunitaria y finanzas éticas
A continuación, se desarrollaron dos actividades simultáneamente. Una de ellas fue la CitESS, un espacio organizado en mesas de trabajo pensado para fomentar el conocimiento mutuo, el intercambio y la intercooperación entre entidades de la economía solidaria. Durante una hora y media hubieron 21 encuentros de 30 minutos en siete mesas diferentes, con la participación de 24 entidades. Además, surgieron espontáneamente nuevas encuentros entre entidades, que aportaron un valor añadido en este espacio de conexión y colaboración.
La otra actividad fue la presentación “Respuesta comunitaria ante emergencias: aprendiendo del caso de Valencia”, a cargo de Toni Valero, de la Koordinadora de Kol·lectius del Parke Alcosa. Destacó la experiencia de autoorganización en el barrio del Parque Alcosa de Alfafar (Huerta Sur) a raíz de la gota fría del 29 de octubre de 2024. Explicó cómo, en un contexto de larga exclusión social y abandono institucional, el tejido comunitario hizo posible una respuesta colectiva e inmediata a la emergencia. Además, se planteó una alternativa a las políticas institucionales tradicionales: la creación de comités locales de emergencia y reconstrucción con participación ciudadana, asociaciones y servicios públicos locales. Valero defendió que el objetivo no es solo reconstruir espacios, sino también recuperar vidas desde la fuerza de la comunidad.
Las entidades participantes en el Foro pudieron conocer la campaña EstalVius. Está impulsada por FETS y anima las entidades de la economía solidaria a depositar sus ahorros en finanzas éticas, con el objetivo de que este dinero pueda apoyar a otros proyectos transformadores mientras no se usa.
El futuro: salto de escala y sostenibilidad
Por la mañana hubieron dos debates paralelos que abordaron cuestiones clave sobre los retos y oportunidades de futuro para la economía solidaria. Bajo el título “Compramos Filmin! Queremos ser pequeñas o grandes?”, se exploró si es necesario hacer un salto de escala dentro del movimiento para aumentar el impacto transformador. Con la participación de Arnau Vilardell de Som Mobilitat, Raimon Gassiot de Coop57, Víctor Jiménez y Rocío Campaña de BitLab, y la moderación de Gerard Pijoan de Opcionsy La Zona, se discutió la posibilidad de desembarcar en nuevos sectores económicos y en proyectos más grandes para disputar espacios de mercado al capitalismo.
También se expusieron los riesgos de esta estrategia, como la pérdida de valores, la complejidad en la gobernanza y la necesidad de nuevas alianzas para mantener estructuras más grandes. Y se analizaron estrategias para minimizar los riesgos y maximizar las oportunidades, entre ellas reforzar la intercooperación, buscar financiación a medida y hacer crecer la base social. Uno de los puntos clave fue la necesidad de reflexionar colectivamente sobre qué saltos de escala queremos hacer como movimiento y cómo hacerlo sin perder nuestra esencia.
La mesa “Después del boom: ¿cuál es la sostenibilidad real de la ESS?” se centró en el momento actual del movimiento, después de una década de impulso público. Participaron Annaïs Sastre de CoopCamp y la Aresta, Anna Fernàndez de la XES i Pam a Pam, y Ferran Aguiló del Gimnasio Social Sant Pablo, y la moderó Albert Papell de L’Escamot. En este caso, se hizo balance de las políticas públicas que han apoyado la ESS desde 2015, como la creación de los Ateneos Cooperativos, las convocatorias Singulares o las cesiones de uso.
Se valoró el impacto positivo de estas políticas en sectores como vivienda, curas, energía y cooperación, pero también se identificaron carencias como la poca transversalidad de los valores de la ESS, la saturación del tejido ante licitaciones y la dependencia de estructuras de apoyo. Se destacó, así mismo, la diferencia de impacto entre entornos urbanos y rurales, y la necesidad de garantizar la continuidad del tejido.
Proyectos, justicia social e incidencia política
Después de una comida colectiva de la mano de la cooperativa Abarka, se llevó a cabo petxa-kutxa, un espacio de presentaciones rápidas de entidades y proyectos de la economía solidaria. La actividad fue al mismo tiempo un concurso, puesto que se presentaron 7 proyectos y uno de ellos era falso. Entre las personas que acertaron quién era el intruso se sorteó un lote de productos de merchandising de la XES.
Este espacio permitió saber más sobre el proyecto BicXo de femProcomuns, la entidad Fronteres Invisibles, el proyecto Impulsem Comunitats de Recursos de Seba, Associació de Serveis Energètics Bàsics Autònoms, la guía Quèdequè de Torre Jussana, la tecnología de comercio electrónico Ushopig de Utopig y la iniciativa de verificación de noticias en catalán Verificat.
Por la tarde, tuvieron lugar dos debates más. Del titulado “Clases populares y ESS: ¿un mercado para todos?” formaron parte Laia Ramos (XES L’Hospitalet y La Fundició), Aritz Garcia (La Fàbrica) y María Elena Coa (Top Manta). Moderado por Marc Dalmau (Observatori Coòpolis i La Ciutat Invisible), abordó la necesidad de recuperar la conciencia de clase dentro de la economía solidaria. Se habló sobre las tensiones entre el enfoque empresarial y la justicia social, la falta de diversidad en el sector y las contradicciones internas. Se compartieron experiencias de autoorganización solidaria y se discutió cómo hacer una ESS más enraizada en las luchas sociales y más inclusiva.
El otro debate, “Incidencia política: la articulación nos hace más fuertes”, lo moderó Eva Vilaseca (Espai Ambiental y Assemblea Catalana per la Transició Ecosocial), y contó con Glòria Rubio (La Dinamo) i Jordi Garcia (L’Apòstrof). Se abordó la dificultad de mantener el apoyo público para la ESS en un contexto de retroceso institucional, destacando la necesidad de reforzar estrategias colectivas y alianzas políticas, especialmente en ámbitos como vivienda y ecologismo.
Continuar construyendo alternativas transformadoras
El Fòrum FESC’25 fue un espacio de reflexión y fortalecimiento colectivo para la economía solidaria, en un contexto marcado por retos estructurales y cambios institucionales. Permitió mirarnos críticamente, compartir experiencias y abrir caminos posibles. Con el Congreso de la Economía Solidaria de Cataluña en el horizonte, ha dejado un legado de debate activo y un deseo de continuar construyendo alternativas transformadoras, arraigadas en los territorios y con un compromiso con la justicia social.