Entre el fin de la II Guerra Mundial y la caída del muro, como mínimo, el mundo no ha sido uno solo, sino que se ha visto dividido por sistemas políticos y por regímenes económicos entre el Este y el Oeste. Pero ese muro, que ha separado personas, países y culturas, y que demasiadas veces parece que aún esté en pie, separa situaciones y personajes que demuestran paralelismos evidentes. Porque también en los países comunistas hay tramas criminales y se cometen asesinatos. Los que nos relata el escritor cubano Leonardo Padura en Personas decentes (2022) tienen como escenario la visita a la isla de quien fuera presidente norteamericano, Barack Obama, y el clima de distensión que se vivió. En este contexto, un exdirigente del Gobierno cubano es hallado muerto y, unos días más tarde, aparece un segundo cadáver en circunstancias similares. Mario Conde, el investigador creado por Padura, es reclutado para averiguar qué ha pasado. Y descubrirá que los crímenes tienen que ver con una trama paralela que se extiende hacia el pasado.