O estás conmigo o contra mí. A veces, el mundo en el que vivimos casi parece transformarse en dos realidades no diferentes, sino opuestas. Y esta división obliga a tomar partido, a riesgo de ser considerado disidente o traidor en caso de no hacerlo. No son pocas las sociedades que se han visto zarandeadas por discusiones tan agrias, en ocasiones con violencia física de por medio, que casi parece que se parten por la mitad. Lo sabe bien Claudia Piñeiro en su condición de escritora argentina. Ella ha conocido y reflejado en muchas de sus obras una Argentina dividida entre quienes reivindican la herencia de la dictadura militar y quienes reclaman justicia por los crímenes de Estado cometidos. Y también Lorenzo Silva nos plantea una sociedad, en este caso la catalana, agitada por las sensibilidades diversas ante el “procés” en la última novela de la serie Bevilacqua & Chamorro, La llama de Focea. Trata sobre una joven barcelonesa, hija de un empresario vinculado a los sectores independentistas, que aparece muerta en un paisaje idílico.