Refugio donde esconder una identidad inconveniente, una personalidad o un aspecto que ni nosotros mismos podemos soportar o bien elemento para convertirse en otra persona, la máscara ha tenido un papel fundamental en la literatura. También en la de género. Recurre a ella Ginés Sánchez, narrador imprescindible que, en De tigres y gacelas (2022) crea una trama que nace a partir de una mujer que pierde demasiado joven la belleza y que se ve obligada a ocultar su rostro tras una máscara. ¿Cómo conseguir el dinero para pagarle una operación de cirugía estética? La vía criminal para conseguirlo es el desencadenante de una trama apasionante y llena de sorpresas. Pero la máscara puede adoptar a veces formas insólitas. El lenguaje, y más concretamente una traducción de una lengua a otra, se podría considerar una especie de máscara, la que analiza la autora Nuria Barrios en el ensayo La impostora (2022). Es un ensayo literario sobre el oficio de la traducción, sobre falsos axiomas basados en traducciones erróneas, sobre el papel de las mujeres en el mundo de la traducción y sobre esta torre de Babel donde cada lengua parece una máscara. En cambio, Rosa Ribas, uno de los grandes talentos de la escena literaria negra en nuestras tierras, nos transporta con los mecanismos de la ficción hasta una urbanización a medio acabar llena de secretos en Lejos (2022), la última novela que ha publicado.