Acerca de Joan Roca i Albert

Director del Museo de Historia de Barcelona (MUHBA)

MUHBA Vil•la Joana, la Casa Verdaguer de la Literatura

La Vil·la Joana de Vallvidrera, ahora en restauración, volverá a abrir sus puertas en la primavera del 2016 como espacio museístico sobre el patrimonio literario de la ciudad, con especial atención a la figura de Verdaguer, y como punto de encuentro de los diferentes agentes del mundo de la literatura.

Foto: Pepe Navarro
Vil·la Joana vista desde la entrada principal.

El proyecto MUHBA Vil·la Joana-Casa Verdaguer de la Literatura se propone mostrar la intensa relación histórica de la ciudad de Barcelona con la imaginación literaria y con todo lo que se deriva de ella: las proyecciones académicas, las sociales, las ideológicas o las editoriales, tanto como la creación de un imaginario de singular eficacia en la construcción y la proyección de la ciudad contemporánea.

El edificio de Vil·la Joana, con un posible sustrato bajomedieval, se corresponde con una masía edificada en el siglo xvii en Vallvidrera, justo en medio de la sierra de Collserola. Pero adquiere su fisonomía actual a finales del siglo xix, la época de la familia Miralles, que la convierte en una casa de veraneo, donde acoge al escritor Jacint Verdaguer. Un sólido consenso ciudadano hizo de Vil·la Joana la Casa Verdaguer de Barcelona desde el mismo momento de la muerte del escritor en 1902. En la masía hubo también durante medio siglo, desde 1920, una escuela muy innovadora del Ayuntamiento dedicada a los niños con necesidades especiales, que hacía accesible la palabra a quienes no tenían fácil acceso a ella.

El Museo de Historia de Barcelona, que en su atención al patrimonio y al relato histórico incluye, de manera destacada, los patrimonios literarios, propuso hace ahora siete años reconvertir su sede de Vil·la Joana en Casa Verdaguer de la Literatura. La villa volverá a abrir sus puertas en la primavera de 2016 como un espacio que apela al valor de la palabra, en particular al de la literaria, y a sus singulares capacidades simbólicas y colectivas, que se integran plenamente en la corriente principal de la historia de Barcelona.

Los espacios museísticos se concentran en la planta baja y en el primer piso, a partir del proyecto museológico elaborado por el MUHBA, bajo la dirección de Josep Maria Domingo y con Ramon Pinyol, Oriol Izquierdo y Cristina Masanés. El recorrido ofrece una mirada inicial sobre Barcelona a partir de Vil·la Joana, de la que se muestra la trayectoria de masía a villa de veraneo, a escuela especial y, a partir de 1962, a casa museo. Las salas desgranan aspectos diversos del hecho literario, su dimensión global y el lugar que ocupa la literatura catalana en este, el tránsito de la escritura a la lectura, la contemporaneidad literaria articulada a partir de la figura de Verdaguer como intelectual de perfil complejo y un retrato de Barcelona, ciudad literaria, como colofón.

Foto: Vicente Zambrano
La placa que recuerda la muerte de Jacint Verdaguer en la masía de Vallvidrera el 10 de junio de 1902.

Las primeras aproximaciones apelan a la noción de “literatura universal”, porque, de hecho, las literaturas “universales” son muchas, en lenguas con muchos y con pocos hablantes, con obras de hombres y de mujeres, y escritas en diferentes registros. Este es, entre otros elementos museográficos, el propósito del Literàrium, versión virtual e inevitablemente limitada de la biblioteca infinita de Borges, que permitirá extraer obras literarias muy diversas de sus archivos digitales para ponerlas en relación de múltiples formas. Vendrá luego el espacio dedicado a mostrar el mundo con los ojos de la literatura catalana, desde los tiempos medievales hasta nuestros días.

El recorrido por la planta baja se completa con el paso de la creación autoral del texto a su recreación por parte del lector. Este paso de la escritura a la lectura se abordará a través de una aproximación sensorial en la antigua cocina. A través del tacto, el gusto, el olfato, el oído y la vista se podrá descubrir cómo la literatura toma cuerpo en nosotros.

Verdaguer como símbolo

Se llega, así, al primer piso, donde la figura de Verdaguer tiene un papel primordial. En las sociedades occidentales, la literatura ha sido indispensable en los tres últimos siglos. Desde el romanticismo y durante el siglo xix, sus artífices, los autores, han sido figuras públicas de especial relevancia. Verdaguer es, para los catalanes, el primer gran contemporáneo. Su obra y su peripecia vital son un significativo exponente de la transformación de la sociedad en el siglo xix: en ellas resuenan la industrialización y las migraciones del campo a la ciudad, la expansión del Eixample, el obrerismo y la agitación catalanista, la fiebre de oro, la ostentación burguesa y la incipiente cultura de masas.

Sin embargo, Verdaguer no fue un caso excepcional, y en el recorrido por las salas se pueden descubrir también a “los Verdagueres de Europa”, escritores que, como él, se convirtieron en símbolos de sus respectivas culturas. Y a través de Verdaguer se entra también en la incomodidad del escritor con el poder. “En defensa pròpia” –escrito un año antes del “J’accuse”, de Zola– muestra la entereza de Verdaguer ante la campaña orquestada contra él por las élites burguesas y la jerarquía eclesiástica, a las que hasta entonces había servido. No es de extrañar, pues, la popularidad de Mossèn Cinto, que consiguió incluso el respeto de los círculos anarquistas; su entierro se cuenta entre los acontecimientos más masivos que han tenido lugar en Barcelona.

El último tramo del recorrido se ensancha de nuevo conceptualmente para abordar, en su conjunto, a la ciudad y sus autores y para mostrar a Barcelona como capital editorial y cuna de la fiesta de Sant Jordi, destacando las intersecciones entre la ciudad y la vida de tantos autores que han nacido o han vivido en la capital catalana (Maragall, Sagarra, Rodoreda, Foix, Espriu, Marsé, los Goytisolo, Vázquez Montalbán, Brossa, etc.) y de muchos otros que han pasado por ella. Barcelona ha sido y es, además, ella misma, objeto literario; un audiovisual que transita por las obras de autores que la han tenido como tema o escenario, que han hecho de ella su propia ciudad, concluye la visita.

Foto: Pepe Navarro
La galería posterior vista desde la habitación que ocupó el poeta.

La segunda planta se configurará como espacio de investigación y de estudio de los patrimonios literarios desde la perspectiva histórica y comparada y desde la inserción de la literatura en la historia urbana, con posgrados, másteres y seminarios programados en colaboración con diferentes universidades e instituciones catalanas, en la línea de trabajo que el Centro de Investigación y Debate del MUHBA cultiva desde hace años. La concreción de estas líneas de investigación tendrá un carácter abierto y alimentará la programación pública.

Vil·la Joana está a pocos minutos en transporte público del centro de Barcelona. Además de las visitas y actividades relacionadas con el espacio museístico, se prepara, con una atención preferente a las matinales de sábados y domingos, una programación similar a la de las casas de literatura de otras ciudades europeas, como la Literaturhaus Berlin, con un especial énfasis en la construcción literaria de la ciudad moderna. Sin olvidar los vínculos con otras casas de escritores del área literaria catalana, sobre todo la Casa Verdaguer de Folgueroles, ni la inserción de Vil·la Joana en su entorno, en colaboración con el Consorcio de Collserola. Con un programa construido con entidades de otros ámbitos del campo literario barcelonés y catalán, Vil·la Joana será, así, un punto de encuentro entre los agentes implicados en los estudios históricos, en la creación literaria y en la industria editorial, desde Barcelona.