Tati Guimarães, la mirada que reinventa la realidad

© Dani Codina
La diseñadora Tati Guimarães.

El mundo del diseño atrapó a esta artista brasileña a la edad de seis años. “Era muy pequeña, pero ya me gustaba fabricar mis juguetes y hacía regalos para toda la familia. De algún modo ya tenía clara mi vocación. Pero no sabía en qué profesión podía encajar”. Primero empezó estudiando publicidad y al cabo de dos años se pasó al diseño. La conciencia ecológica fue surgiendo poco a poco: “Siempre he sido una persona muy vinculada a la naturaleza. A los catorce años empecé a interesarme por los alimentos orgánicos y me cuestionaba la procedencia de los materiales, las telas y los alimentos. Cuando empecé a trabajar en agencias de publicidad me preocupaba de si la tinta era tóxica y reutilizaba y aprovechaba al máximo los materiales. Esta siempre ha sido mi manera de hacer diseño, que también es un reflejo de mi vida personal”, confiesa. Para Tati Guimarães la ciudad de Barcelona es inspiradora. La diseñadora brasileña lleva quince años viviendo en la capital y en esta ciudad es donde hizo nacer su estudio Ciclus en el año 2001.

Galardonada con el Premio IDEA/Brasil de ecodiseño por su producto Cavallum, que también fue designado uno de los nueve productos más innovadores del año 2009 según la selección del Global Innovation Report de Londres, Tati Guimarães ha sido reconocida internacionalmente con diversos premios. En el año 2011 fue mencionada en la Taiwan Design Week como ejemplo de profesional del diseño que potencia el bienestar, la sostenibilidad y la humanización en sus creaciones. Sus diseños han sido expuestos en el Salone Satellite de Milán, y este año el MoMA de Nueva York ha seleccionado su producto Bakus –un salvamanteles elaborado con tapones de corcho de botellas de vino– para entrar en el catálogo del museo y poder ser distribuido internacionalmente bajo el sello y la firma de la diseñadora.

¿Cómo entiende el ecodiseño? “Principalmente se trata de una actitud: utilizar el mínimo posible de material, agua, energía y transporte. A ello se une la idea de seleccionar materiales certificados y locales, y la realización de procesos productivos limpios, que generen el mínimo impacto.” Uno de los aspectos creativos que más la satisfacen tiene que ver con la selección de materiales. “Busco que sean coherentes con la funcionalidad y durabilidad del diseño y, también, que aporten belleza y armonía”, detalla. Se inspira “observando la cotidianidad” y le encanta reinventar todo lo que ve.

Laura Basagaña

Periodista

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