El legado de los artistas barceloneses, algunos de los cuales han conseguido una gran proyección, se ve enriquecido con contribuciones de primeras figuras mundiales.
El gran impulso que Barcelona tuvo alrededor del año 2000 como centro artístico de arte urbano ha dejado su legado con artistas que surgieron de esta escena y que han alcanzado un gran reconocimiento. Quizás el más veterano es Xupet Negre, que pinta sobre paredes y mobiliario de Barcelona desde 1989. Su icono, un chupete negro que se presenta a menudo rodeado de símbolos y palabras pacifistas, es una de las imágenes que podemos encontrar más frecuentemente paseando por Barcelona.

El espíritu de la montaña, de Sixe Paredes, sobre una pared medianera de la calle de Lepant, 424.
Foto: Vicente Zambrano
Sixe Paredes es uno de los artistas con más proyección internacional. Su obra, influida por Miró y por el arte primitivo, se caracteriza por una abstracción colorista de formas geométricas que se superponen formando estructuras complejas, cargadas de simbolismo, y que dan al espectador la oportunidad de hacer volar la imaginación. En Barcelona podemos visitar dos grandes murales de este artista: el gran muro El espíritu de la montaña, pintado en la calle de Lepant en el marco del Open Walls Conference de 2016, y el muro Tribut a Miró, elaborado en el año 2014 para el Projecte Ciutat Vella.
Otra de las grandes figuras es El Pez, creador del estilo que él mismo bautiza como “Barcelona Happy Style”. Marcado por sus orígenes en el grafiti, sus obras, llenas de color, se caracterizan por la presencia de su icono, un pez con una enorme sonrisa. En Barcelona podemos ver algunas piezas suyas en la fábrica de creación La Escocesa o en Sant Adrià de Besòs, e incluso, si tenemos suerte, podemos ver un camión decorado por él que circula por la ciudad.
Por otro lado, en la actualidad Barcelona sigue siendo un punto de parada importante para los artistas urbanos. Un paseo de mirada atenta por Ciutat Vella o por el distrito de Sant Martí nos llevará a descubrir piezas realizadas con todo tipo de técnicas: espráis, plantillas, pintura, adhesivos, etc. Los mosaicos de Space Invaders, los mensajes y las composiciones con latas de Los Latas, los adhesivos pop de TvBoy o el arte crítico hecho con basura de Art is Trash conviven y se superponen en una muestra cambiante, efímera y sorprendente.

El tiburón de Blu en el Carmel, con escamas que son billetes de cien euros, una de las obras murales más antiguas de la ciudad.
Foto: Vicente Zambrano
Gràcias a la red Wallspots de muros libres en la que pintar es legal, Barcelona disfruta de galerías de grafiti y arte urbano que se renuevan continuamente en diversos puntos de la ciudad: Les Tres Xemeneies, el Poblenou, el Fòrum, etc. Finalmente, podemos disfrutar también de grandes obras murales: quizás una de las más antiguas es el gran tiburón que Blu realizó en el Carmel en el año 2009. Y el colectivo Difusor ha conseguido, con el festival Open Walls Conference, que artistas de fama internacional realicen intervenciones de grandes dimensiones: son ejemplos de ello el muro del Centro Cívico de Sant Martí, pintado por Jorge Rodríguez-Gerada; el de la calle del Montseny, en L’Hospitalet, ejecutado por Zosen y Mina Hamada, o el dedicado a Carmen Amaya, pintado por Btoy y Uriginal, en el parque del Clot.