Desde su muerte, Gaudí ha generado mucha batalla de cenáculo, pugnas ideológicas y políticas antes que artísticas, al tiempo que buena parte de las vanguardias expresaban directamente fascinación por él. En este largo viaje en torno a su obra y a su personalidad creadora han surgido permanentes islas de salvación, aunque siempre envueltas en tormentas de polémica.
Gaudí: poeta de la piedra, erizo del arte
La nueva investigación ha revelado a un Gaudí pionero, adelantado a su tiempo e innovador en procesos de trabajo, aparte de creador de las nuevas formas que ya conocemos. El arquitecto nos aporta un legado aplicable en múltiples disciplinas.
La frase con que Gaudí comparaba los robles, dotados de una fuerza ganada a base de años, y las cañas, de crecimiento rápido pero de fragilidad extrema, expresa muy bien su pensamiento.
No hay nada nuevo sin investigación, asunción de riesgos y trabajo en equipo. Gaudí lo sabía y se convirtió en gerente de su proyecto artístico. Su actitud era la misma de Einstein, Planck o Higgs.