Las ganas de jugar de los pequeños no se acaban. Por este motivo y, sobre todo, para dar respuesta a las circunstancias especiales que viven las familias, los centros de verano siguen en agosto.
Desde los casales de barrio han trabajado para que todas las actividades previstas se puedan llevar a cabo con las medidas de seguridad necesarias para prevenir la COVID-19. Por este motivo se han organizado muchas más actividades en el exterior y se ha asegurado el espaciado entre los grupos de niños con nuevos. También es obligatorio el uso de mascarilla, así como la limpieza y desinfección de manos antes y después de jugar. El espacio y todos los materiales se desinfectan diariamente.
La apertura de los casales de barrio es una medida excepcional prevista en el Plan extraordinario de actividades de verano. De esta manera se garantiza que los niños, niñas y adolescentes puedan participar en actividades de ocio educativo también durante este mes.
El resto de casales de la ciudad permanecerán cerrados al público durante el mes de agosto, aunque su actividad interna no se detiene con el objetivo de preparar la vuelta en setiembre.