El exceso de calor puede suponer un peligro para la salud y agravar una enfermedad crónica o provocar deshidratación y agotamiento. Si la exposición a temperaturas muy altas se prolonga, la temperatura del cuerpo puede elevarse hasta niveles peligrosos y puede sufrirse un golpe de calor.
Además de las personas mayores, existen otros colectivos especialmente sensibles a las altas temperaturas del verano como las personas con discapacidad o con dificultades de movilidad, las personas con enfermedades crónicas y/o que toman determinados medicamentos (como antidepresivos, diuréticos… ) y los niños.
¿Qué síntomas tiene un golpe de calor?
- Dolor de cabeza intenso
- Piel caliente, roja y seca
- Calambres en las extremidades
- Temperatura demasiado baja o demasiado alta
- Mareo
- Náuseas
- Vómitos
- Pulso rápido o arrítmico
- Debilidad
- Desorientación
Siempre que aparezcan estos síntomas, es necesario situar a la persona afectada en un lugar más fresco, refrescarla y llamar al 112, teléfono gratuito de emergencias.
¿Cómo prevenir que la persona que cuidemos sufra un golpe de calor?
En caso de temperatura ambiental alta, éstas son algunas de las recomendaciones generales a seguir, tanto para las personas enfermas, con dependencia o discapacidad como para las personas cuidadores.
Consejos para el calor dentro de casa:
- Bajad las persianas de las ventanas durante las horas de sol y abre las ventanas durante la noche
- Refrescaros a menudo con duchas o toallas empapadas de agua
- Quedaros en las habitaciones más frescas.
- Utilizad algún tipo de climatización, como ventiladores, aire acondicionado o abanicos Trate de pasar al menos dos horas al día en lugares climatizados, como los refugios climáticos interiores
- Bebed agua, incluso sin sed, y no tome bebidas alcohólicas
- Priorizad las comidas ligeras y evite las comidas calientes y las muy calóricas
Consejos para el calor en la calle:
- Llevad gorro, sombrero o paraguas
- Utilizad ropa ligera (como la de algodón), de colores claros y que no sea ajustada
- Llevad agua y bebed a menudo (sobre todo los niños y las personas mayores)
- Mojaros un poco la cara e incluso la ropa
- Durante las horas de más calor (al mediodía) evite salir a la calle
- Hidratad a los animales de compañía y no los saque a pasear en las horas de más sol
- Evitad los trayectos en coche durante las horas de más sol
- Reducid la actividad física