Estudios científicos confirman la necesidad de dormir para garantizar una correcta estabilidad neuronal.
Dormir menos de lo que necesitamos puede acabar perjudicando la salud. La praxis médica y la investigación científica han demostrado que la falta acumulada de sueño puede provocar enfermedades y disfunciones físicas, cognitivas, emocionales y también sociales.
Hace pocos días el diario El País se hacía eco de dos artículos, publicados en la revista Science ,relativos a estudios recientes sobre los efectos de la falta de sueño en el cerebro. Estudios, que pretenden demostrar que dormir es esencial para restablecer la estabilidad neuronal después de la actividad diaria, y preparar nuestro cerebro para la siguiente vigilia.
Dichos estudios han demostrado que dormir menos de lo que corresponde y, por tanto, no respetar los ritmos circadianos, puede provocar que ciertos neurotransmisores, los que preparan el cerebro para estar activo o para descansar, no actúen cuando corresponde, y por lo tanto puedan generar disfunciones, cognitivas, en la memoria o en el pensamiento y en la distribución de la energía.
Se trata de estudios pioneros, con la vocación de ir averiguando los efectos de dormir en la compleja estructura y funciones cerebrales. Deberían servir para crear más conciencia de la necesidad de respetar los ritmos circadianos y dormir las horas que cada uno requiere.