Ya hace más de un año que empezó la pandemia y con ella también se fue propiciando un gran cambio a una sociedad más inmersa en actividades virtuales y en las nuevas tecnologías. Aunque en un principio adaptar la vida diaria al mundo virtual parecía la única opción para mantenernos conectados con el resto del mundo, esta manera de hacer y comunicarse ha llegado para quedarse en casi todos los ámbitos y grupos de población, incluidos aquellos que podrían no haber imaginado vivir con las nuevas tecnologías tan integradas en su día a día.
Este hecho ha supuesto una oportunidad para poner en marcha proyectos como el que ha tenido lugar entre l’IES Verdaguer y el servicio VinclesBCN. Todo empieza cuando el Programa Educativo de los Mercados de Barcelona recibió una propuesta de intercambio intergeneracional a través del proyecto de Aprendizaje y Servicio llamado “Mercados por la puerta grande”.
El Aprendizaje y Servicio, por lo común abreviado como APS, es un proyecto educativo que busca el aprendizaje práctico a partir de un servicio de cualquier tipo a la comunidad, de manera que se establecen lazos entre el centro educativo y su entorno, haciendo que el proceso de enseñanza y aprendizaje adquiera un sentido más práctico y útil para todos los agentes que participan.
«Mercados por la puerta grande», impulsado desde l’IES Verdaguer, nacía con la intención de establecer relaciones entre el alumnado del centro y las personas mayores dentro de las propuestas que los Mercados realizan, con el objetivo de atender algunas necesidades específicas del colectivo relacionadas con alimentación saludable y sostenible. El proyecto estaba diseñado en un primer momento para realizarlo de manera presencial y en contacto directo con los Mercados de Barcelona sin embargo, dada la situación, se ha realizado una adaptación en formato virtual de la cual se han extraído nuevas experiencias y nuevas formas de interrelación entre alumnos y personas mayores.
Participaron 14 personas mayores usuarias del servicio VinclesBCN y todo el alumnado de 4 t de ESO del centro, un total de 48 alumnos, realizando diversas sesiones donde la tecnología ha sido un elemento clave. El primer contacto se estableció a través de una serie de vídeos donde las personas mayores se daba a conocer explicando algunas aficiones y, por otra parte, los alumnos se presentaban y mostraban su centro educativo.
Seguidamente, se realizaron diversos encuentros virtuales donde cada grupo pequeño de 3 o 4 alumnos conocía a una persona mayor, le realizaba una entrevista personal e indagaba sobre hábitos y preferencias sobre la alimentación. Los alumnos se interesaron por las recetas de cocina y platos preferidos de las personas usuarias del servicio, convirtiéndose en conversaciones fluidas que provocaron que acabaran yendo más allá del propio contenido del proyecto, hecho por el cual se superaron todas las expectativas.
Para finalizar la actividad de intercambio, se realizó un encuentro presencial en el Parque de la Ciutadella en el cual, con mucha ilusión, los participantes se pudieron conocer en persona. Además. el alumnado hizo entrega a las personas mayores de un obsequio preparado con mucho cuidado y personalizado (el regalo consistió en una bolsa de tela y un recetario diseñado según los gustos y preferencias de las personas mayores).
Este intercambio ha puesto de relieve como la tecnología puede significar una oportunidad para establecer relaciones intergeneracionales con la finalidad de conseguir objetivos comunes. Además de llevar a cabo un proceso educativo útil y relevante para los jóvenes, se lucha contra la soledad y el aislamiento de un colectivo que se ha visto notablemente afectado por la pandemia.