Los cuidados, las raíces de nuestras sociedades

VILAVEÏNA. En motivo de la inauguración del Día Internacional de los Cuidados y del Apoyo, conocemos las experiencias de personas cuidadoras.

Las personas que cuidan día tras día generan las condiciones para que exista la vida humana. Con motivo del primer Día Internacional de los Cuidados y del Apoyo que se celebra este 29 de octubre, exploramos el rol que ejercen dentro de las sociedades actuales y nos adentramos en las historias de diferentes personas cuidadoras.

 

Somos seres humanos interdependientes y tenemos que resolver nuestras necesidades para sobrevivir. Ante esta realidad innegable, los movimientos feministas y sociales hace muchos años que reivindican el rol de los cuidados en nuestras sociedades. Los cuidados son las tareas que generan bienes y servicios que resultan imprescindibles para el bienestar físico y mental de las personas. Todo el mundo necesita recibir cuidados a lo largo de la vida. La niñez, la vejez y la enfermedad requieren que nos cuiden de una manera específica, y la adultez con salud es posible gracias a los afectos cotidianos. Este año se inaugura el Día Internacional de los Cuidados y del Apoyo, declarado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el pasado 24 de julio.

De acuerdo con la Alianza Internacional de Organizaciones de Cuidadoras (IACO), en España hay siete millones de personas cuidadoras. Dentro de este conjunto, encontramos las personas cuidadoras familiares y las profesionales, además de personas cuidadoras voluntarias. Las familiares cuidan en el ámbito doméstico sin ninguna remuneración económica, mientras que las profesionales trabajan en residencias, centros de día o domicilios.

Según la psicóloga especializada en cuidados Martha Möller, de la Asociación Neurociencia Aplicada Barcelona, las cuidadoras familiares prestan un servicio social muy relevante. Bajo el punto de vista de la experta, durante la fase inicial de la enfermedad las personas enfermas se encuentran mejor en sus hogares, y las cuidadoras familiares se ocupan de atender sus necesidades. Los cuidados, por lo tanto, se subvencionan con los recursos privados de las familias.

Además de las cuidadoras familiares, las cuidadoras profesionales son imprescindibles para que las personas enfermas reciban los cuidados adecuados. A veces, las personas usuarias no son conscientes de que necesitan unos cuidados determinados y no se dejan ayudar. “Con las cuidadoras profesionales en general tienen una mejor conducta, y las cuidadoras no sufren tanto, porque es su trabajo”, explica Möller.

Ana y Carmen, dos historias de cuidados

Ana Luisa Pérez es una cuidadora profesional que trabaja en la asociación Més Que Cures desde que se fundó. Considera que su trabajo contribuye muy positivamente en la calidad de vida de las personas que atiende. “Nosotros tenemos en cuenta las necesidades y los intereses de las personas usuarias, y las cuidamos de forma personalizada para que vivan de la mejor manera posible”, asegura. Su ocupación es principalmente cuidar de personas mayores. Aparte de los cuidados físicos del día a día, hay un trabajo emocional constante. “Hay momentos en que las personas mayores caen en pensamientos negativos, y las cuidadoras profesionales nos encargamos de animarlas”, afirma Pérez.

Carmen Otero es cuidadora familiar. Se encarga de cuidar a su marido enfermo de Parkinson. Al principio, asumió todos los cuidados, pero con el desarrollo de la patología necesitó el apoyo de una persona cuidadora profesional. “Yo también soy mayor, y con el tiempo he perdido las fuerzas para ducharle y vestirle”, explica Otero. Los cuidados familiares le daban un afecto irreemplazable. “Mi marido me decía que lo cuidaba de una manera que solo tenía yo”, recuerda Otero.

El apoyo de VilaVeïna

Ahora, Carmen hace natación por las mañanas y asiste a las actividades de VilaVeïna. Los talleres que organiza el servicio de cuidados comunitarios influyen muy positivamente en su salud mental y emocional. “Gracias a VilaVeïna las horas que estoy con mi marido son de mayor calidad, porque me llevo nuevos aprendizajes y nuevas perspectivas”, valora Otero.

VilaVeïna es un servicio municipal que organiza distintas actividades para personas que cuidan de familiares o personas cercanas. Haz clic aquí y busca los espacios VilaVeïna más cercanos. Una vez los hayas encontrado, haz clic en “Más información” y ve al apartado “Agenda”, donde verás las actividades programadas para personas cuidadoras.

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