22 cosas que no sabías sobre la Feria de Sant Ponç

Resulta muy curioso que en una ciudad tan dinámica y moderna como Barcelona se mantenga una tradición ancestral como la Feria de Sant Ponç, que se celebra el 11 mayo en la calle del Hospital. Situada en el corazón de Ciutat Vella, esta feria de hierbas medicinales nos lleva directamente al pasado, a una ciudad donde todavía no había llegado la farmacología. Pero, al mismo tiempo, la feria constituye una cita muy actual, con una salud de hierro: gracias al redescubrimiento de los remedios naturales, la feria es tan concurrida como lo había sido siglos atrás.

  • En Barcelona, la Feria de Sant Ponç se empezó a hacer en la Edad Media, un momento de auge de los remedios naturales.
  • Sin embargo, parece que podría tener raíces en los rituales que se hacían en honor de Flora, diosa romana de la vegetación.
  • Por eso, la feria se organiza en primavera, el momento de floración y máximo esplendor de la mayoría de hierbas medicinales.
  • En el siglo XVI, se hizo coincidir con la festividad de Sant Ponç, que es el 11 de mayo.
  • Sant Ponç es el patrón de los herbolarios y apicultores y tiene una leyenda que lo relaciona con Barcelona
  • y que explica que en el siglo III, huyendo de sus perseguidores romanos, llegó a la ciudad. Al ver que había tanta miseria y enfermedad, se puso a preparar pociones con hierbas medicinales que conocía bien. Eso le hizo ganarse el respeto y la admiración de los barceloneses que, a partir de aquel momento, empezaron a celebrar una feria de hierbas en su honor.
  • En el transcurso de la feria se saca en procesión la imagen del santo, que se decora con hierbas medicinales.
  • Durante la procesión se bendicen hierbas medicinales porque existe la creencia de que así tienen más poder curador. La superstición dice que hay que guardarlas debajo de la cama durante todo el año, hasta la siguiente festividad de Sant Ponç.
  • Hay más creencias que dicen que si se limpia bien la casa el día de Sant Ponç se alejan los parásitos todo el año.
  • Tratándose de una feria tan antigua, es muy probable que se desplazaran hasta Barcelona las trementinaires, unas mujeres que conocían todos los poderes curadores de las hierbas.
  • Las trementinaires se pasaban el conocimiento de generación en generación, pero hoy en día este oficio ya ha desaparecido.
  • La Feria de Sant Ponç tiene lugar en la calle del Hospital desde 1817, pero antes había tenido otros emplazamientos en el barrio del Raval.
  • Siempre se ha hecho cerca del antiguo Hospital de la Santa Creu, que durante siglos fue el principal centro sanitario de la ciudad.
  • Este año, en la Feria de Sant Ponç hay unos ochenta puestos, algunos a cargo de vecinos del barrio que solo hacen de vendedores de hierbas una vez el año.
  • El producto estrella son las hierbas medicinales, que se venden en formatos muy diversos: en plantel, frescas, secas, a punto para hacer infusiones…
  • Las hierbas medicinales también son básicas para pomadas, ungüentos, bálsamos, caramelos…
  • En algunos puestos se venden remedios naturales provenientes de otras culturas, sobre todo de la medicina tradicional oriental.
  • En la feria también hay una buena selección de miel y dulces derivados, como mermelada, fruta confitada y arrope.
  • Últimamente también ha crecido la venta de productos de cosmética natural como jabones, aceites esenciales, todo tipo de cremas, bálsamos, exfoliantes…
  • Estos últimos años se ha reavivado el interés por las terapias naturales y por eso la feria se mantiene tan arraigada y con una gran afluencia de público.
  • La fitoterapia es la rama de la farmacia dedicada a los remedios naturales y trabaja combinando las propiedades de diversas hierbas en forma de tisanas, ungüentos o vahos.
  • La feria del Raval no es la única de este tipo que se hace en la ciudad: los barrios de Sarrià, el Farró y el Poble-sec también montan puestos de hierbas medicinales en torno al 11 de mayo.