Presentación de la nueva infografía de Memoria Viva

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Presentación de la nueva infografía de Memoria Viva

Este mes de Noviembre se ha llevado a cabo el cuarto Encuentro de la Red de Comunidades de Memoria en el Convento de Sant Agustín. Un punto de encuentro de las comunidades que desde hace semanas, meses y años trabajan para explorar otras formas de hacer memoria en Barcelona desde las prácticas culturales. Una ocasión para compartir los procesos de trabajo iniciados desde las miradas previamente identificadas (feminismos, infancia, gitanidad, migraciones, paisaje y archivos) y trabajar la imbrincación y articulación entre sí. Un espacio para reflexionar, de forma colectiva, sobre las necesidades y potencialidades de la Red de Comunidades de Memoria; y donde pensar desde la práctica. 

El programa Memoria Viva se desarolla a partir de territorios, ejes temáticos (miradas) (infancia, migraciones y cuidados, paisaje, archivos, gitanidad) y prácticas específicas (maneras de hacer) (hablar, cantar, coser, cocinar, caminar, guardar...).

Durante las jornadas se presentó la nueva infografía de Memoria Viva, donde quedan representadas las diferentes maneras de hacer a través de las cuales, desde Memoria Viva, se han hecho ensayos para impulsar procesos de restitución de las memorias subalternizadas de la ciudad de forma colectiva:

  • Coser: Zurcir delantales, remendar camisas, bordar ajuares, documentar historias. Los encuentros para coser ocupan un espacio de creación forzosamente relegado al ámbito doméstico. Enfilando las memorias de los hilos, se hace de este espacio íntimo una trama de relaciones en común.
  • Archivar: Organizar álbumes familiares, guardar papeles en una caja de galletas, explicar anécdotas de vecinas o recordar los nombres de las plantas que crecen en los márgenes. Cuando se preservan y se ordenar los apoyos de la memoria se pone en marcha el archivo y se pregumta: ¿Qué cosas deben archivarse y cuáles no? ¿Quién lo decide?
     
  • Cocinar: Las cocinas son el abrigo de la economía y del cuento, de los cuidados y de la innovación. Cuando se cocina se pone en funcionamiento las memorias del sostenimiento de la vida y se comparten los recuerdos individuales y colectivos. Aquello que se come, se conrea, se prepara y se consume, está connectado con los territorios, por eso, la cocina es también un espacio político.
     
  • Construir: La memoria oficial de la ciudad construïda conlleva muchas formas de destrucción. Cuando se pone atención en las maneras de autoconstruir barrios con las manos y los esfuerzos colectivos del vecindario se abren grietas para hacer y deshacer la ciudad a medida de las personas que la habitan.
     
  • Mirar/escuchar: Prestar atención y pararse a pensar desde dónde se mira y qué es lo que queda fuera de nuestro campo de visión. Mirar y escuchar activamente, no como un observador presuntamente neutral y incorpóreo, sino como sujetos situados en un tiempo histórico y en un lugar geográfico.
     
  • Cantar: La música es la zona de contacto entre la memoria y la celebración. Cuando se cantan las canciones que se han heredado se deja de ser público y de ser artistas para devenir una comunidad que se escucha y se celebra.
     
  • Jugar: A la rayuela, la peonza, hacer cabañas, subirse a los árboles, hacer carreras de carros. Cuando se rememora la ciudad viviva desde la infancia se abren interrogantes sobre maneras de vivir que se dan por hechas, cortocircuitándolas desde el "¿y por qué?"
     
  • Conversar: Explicarse batallitas, contradecirse y decirse historias que solo se narran de viva voz. Cuando se para atención a las memorias que pasan por la conversación se reconoce la textura y la profundidad de hacer memoria construyendo confianza y vínculos.
     
  • Caminar: Transitar la ciudad a pie es una manera de aprender las dimensiones de los lugares y la profundidad de las relaciones que se establecen, de recorrer las capas de memoria sedimentadas en el territorio. Cuando se pasea se saluda a las vecinas, se para en el banco a charlar de cómo ha cambiado el paisaje y se toman medidas de la ciudad para el buen vivir.

De otro lado, estas maneras de hacer se practican de forma territorializada, por eso, esta publicación cuenta también con un mapa de la ciudad de Barcelona en el cual se puede intuir de qué manera, estas formas de hacer y estas miradas toman cuerpo en diferentes áreas de la ciudad, en el marco de Memoria Viva.

¡Podéis descargar el documento de Memoria Viva debajo!

 

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