Portugal perdió sus últimas colonias africanas a mediados de década de los setenta del siglo pasado. Y hasta aquella fecha llegaron a Lisboa habitantes de los territorios que la metrópolis tenía ocupados en Angola, Sâo Tomé, Cabo Verde o Guinea-Bissau. Llegaron con su cultura, sus tradiciones, su herencia, y se instalaron en barrios de chabolas que dos décadas después se desmantelaron. Y tuvieron que marcharse al extrarradio. Y fue allí, en aquellas barriadas pobres donde la ciudad del fado se desdibuja, que su cultura fue evolucionando y se hizo poderosa. Algunos músicos recién llegados mantuvieron sus instrumentos tradicionales (como el ferrinho o la kora), mientras que otras se armaron con modernos MacBook Pro, con un software que les permitía editar su música. Y tanto los unos como los otros la hicieron crecer y buscaron nuevas sonoridades para el kuduro angoleño o el funaná llegado de Cabo Verde, que enriquecieron el afrohouse o el trap.

Pero Lisbon Beats no es solo la historia de cómo una música llegada de fuera ha ido cambiando sus registros; también es la historia de cómo la gente que hace esta música se ha ido transformando fuera de la que era su tierra, de cómo les late el corazón y de qué deseos, qué miedos, qué alegrías y qué penas rezuma.

FICHA ARTÍSTICA

Directores: Rita Maia y Vasco Viana. País: Portugal. Año: 2019