Un indio, un cowboy y un caballo: tres figuritas de plástico que comparten casa, ya sea en la cumbre de una montaña o sobre el tablero de juegos de dos amigos traviesos y gamberros. Indio, con el arco y la flecha siempre a punto de ser disparados, y Cowboy, que nunca se saca el sombrero de cowboy, se enteran que es el cumpleaños de su amigo Caballo. Y, no podía ser de otra manera, no pueden dejar pasar la ocasión para montar un follón. Y si Caballo, con las crines de plástico a juego con las patas, puede tocar el piano como un Glenn Gould equino, Indio y Cowboy pueden comprar por internet los ladrillos que piensan que necesitarán para construir una barbacoa y así poder organizar una fiesta. Pero  llegan más ladrillos de los que esperaban. Y Indio, Cowboy y Caballo se ven arrastrados a un mundo de despropósitos y caos en el que solo hay una salida: continuar adelante, soltar la imaginación y seguirle la corriente en una historia que quizás no tiene ni pies ni cabeza, pero que les llevará hasta las estepas o hacia el centro de la Tierra con una pandilla de amigos, figuras de plástico como ellos, dispuestas a golpear tantas veces como haga falta para que la aventura llegue a buen puerto.

Pànic a la granja, de Stéphane Aubier y Vincent Patar, es una película que lleva a otro terreno la técnica del stop-motion: mover las figuritas  y fotografiar su movimiento fotograma a fotograma para que después, cuando se proyecten, parezca que ese movimiento haya existido. Solo que Aubier y Patar han decidido mover a Indio, Cowboy y Caballo igual que unos niños lo haría sobre la moqueta del comedor: a trompicnes.

FICHA ARTÍSTICA

Dirección: Stéphane Aubier, Vincent Patar. País: Blgéica. Año: 2009

Sesión dinamizada por Billy y Milly Oncle, personajes que de una manera lúdica y didàctica os llevarán a descubrir la magia del cine. (Intérpretes: Helena Moliné y Ernest Coma)